Siete poemas del “Libro del observatorio” Por Sergio Barreto

Sergio Barreto (Fotografía cortesía del autor)

Presentamos en la Revista Trasdemar una muestra poética del autor Sergio Barreto (Tenerife, 1984) Nuestro colaborador ha seleccionado 7 poemas de su “Libro del observatorio” (Ediciones La Palma, 2019) que reúne poemarios suyos de los años 2011 a 2017, obtuvo el Premio de Poesía Emeterio Gutiérrez Albelo en 2012

Crucé los pedregales

desde Chipude

y estoy muy enfermo.

Traigo la ofrenda,

el rosario de hueso,

toda mi fe.

Te necesito,

mujer de las montañas,

para curarme.

SERGIO BARRETO

En los momentos de crisis históricas, las islas juegan de nuevo un papel: el de ser imán que atrae la imaginación hacia algo primario, no corrompido todavía, de la naturaleza humana”.

María Zambrano

CALETA DEL CONGRIO


Del mar espera Lanzarote todo. Nada, de la tierra.
Agustín Espinosa

Ellos ven cómo descienden hasta su reino las redes y las jaulas y ven cómo se borran en la ceniza líquida, en la incógnita por la que bullen carabelas portuguesas, moluscos de piel de cobre y mirada redonda. No te metas ahí dentro, no te metas donde no haces pie. Donde comienza el acantilado marino y la luz se retuerce hacia el interior del vórtice, entre el fango y las rocas cubiertas de valonias y babosas, no introduzcas tu cuerpo. ¡Anidan congrios en los huecos del mar! ¡Anidan congrios en los huecos del mar! Grítalo a los cuatro rumbos, al orden de las mareas, a los matemáticos que intentan comprender la complejidad de los fluidos y se quedan mirando el horizonte, estupefactos. Aquí el viento es poderoso y extenderá tu mensaje por encima de las olas que vienen de África: ANIDAN CONGRIOS EN LOS HUECOS DEL MAR. Grítalo, grítalo desde la lengua de arena remolida. Acércate si es necesario al espigón donde la línea marcada por lo humano deja de tener sentido y comienza lo otro, lo inhabitable, la patria de las criaturas anteriores. ¡Solo así evitarás que las bañistas se alejen y caigan para siempre en el remolino infinito, en el oleaje magnético, en la muerte por agua!


ANTIBUCÓLICAS

I

Bajo el sol
de los cuernos transparentes
maltratada vereda,
sepultado sendero.

El jable tembloroso
y el baile de los vientos
borraron tu presencia.

Hoy ni siquiera existes como un hilo
de piedras sucesivas.

Solo la cabra
que es memoria y pezuña
sabrá encontrar tu origen.

Porque es símbolo
de la toba, la pómez y el picón,
porque recuerda
el paso que trazó su antepasado
por estos andurriales demoníacos,
la diosa de las ubres
será mi guía.


II

Es cansado ascender las montañetas.
Algunos enloquecen y se rompen
cuando es el aire seco en la garganta
y brindan con el sol los malpaíses.

Otros han aprendido a resistir
y guían, sudorosos, al rebaño
hasta que se hacen viejos y sucumben
y el polvo los devora como huellas.

Los cabreros conocen cualquier mapa
y están iluminados por el hambre.
El proceso interior de la fatiga
no estraga las arcillas de sus rótulas.

Los cabreros ascienden aunque el viento
amplifique el metal de los cencerros;
ascienden a la zaga de los bóvidos,
discípulos del ídolo rumiante

III

Al filo del abismo
la cabra bereber,
la diosa encaramada,
el eco del barranco.

IV

…tanto queso llevé jugoso a la ciudad ingrata…
Virgilio

Lo que aquí se coagula, en el círculo blanco donde cuaja y fermenta la materia de la leche, es terrestre alimento donado por las ubres de la diosa, manjar sobre el plato de madera. Hendido por geómetras que multiplican su forma y la reparten, el olor del queso emerge en la despensa y nos entrega la imagen detenida del líquido sagrado, el que una vez corrió por la boca de los baifos y luego se cortó debido a un susto de la madre. Tú comerás el don con un mendrugo y una pizca de vino. Y será suficiente

V

En Betancuria
dentro del goro
vive
la cabra majorera
de pelambre tiznada
y ojos de ámbar
por eso
los cabreros
pueden dormir
a pierna suelta
(la diosa habita / el corazón / de sus dominios)
encima
de sus tierras.


FARO DE MASPALOMAS

Cuando se eche la mar
ante caletas vírgenes,

cuando frenen los céfiros
en las crestas de lava,

cuando se calme el fuego
en los hornos de tejas

y dentro de las casas
paran las madres hijos

de miradas antiguas
y nombres nunca dichos

subirán a los faros
parteras y profetas

y anunciarán al mundo
los nuevos nacimientos

y será tan hermoso
el clamor de los bucios

y llegará tan lejos
el haz de las linternas

que a partir de ese día
cuando el cielo bautice

las blancas coronillas,
los pétalos del ojo

colapsarán las horas,
se detendrá la muerte.


LOS LADRONES DE FRUTAS DE GUEREA

Para Mónica

La lengua
(ese pez
en la fuente de la boca)
saboreará el gusto
de la divina
rememoración.

Hakim Abo’l-Majid Majdud Ibn Adam Sana’i

Han abierto la verja del jardín. El ciruelo nos recibe con los brazos extendidos. Adentrémonos hasta la corteza del árbol, hasta las ramas de frutos grávidos, hasta el fruto mismo, portador de la semilla. No sé si han abierto la verja porque ahí tienen excedente de ciruelas y esperan a que alguien, exterior a la casa, las coseche. Quizás han cometido una imprudencia y nosotros, que permanecemos atentos al paso del aire por los espacios, a la variación de la temperatura y a la voz de los sabios moribundos, debamos aceptar que somos ladrones. Sea como sea, atravesaremos la tierra del jardín y cruzaremos la propiedad hasta el frutal. Testigos de la tarde mientras el discreto rumor de las hojas roza nuestros hombros me ayudarás a subir. Cuando toque la madurez de las esferas, algo, en el vientre de la estación florida, me guiará para que olviden mis manos las bichadas. Los dones que no nos fueron prometidos serán así recolectados y antes de que lleguen los dueños de la finca partiremos, orgullosos, por el camino del bosque que conduce a la fuente


LA SANTIGUADORA DE ALAJERÓ

…para que a Temis sagrada y a Pitia y al Ombligo de la Tierra,
que dicta rectos juicios, cantéis a la caída de la tarde…

Píndaro

I

¿Vas al encuentro
con la santiguadora
de Alajeró?
Lleva el rosario,
una gallina,
café y gofio de Hermigua.
Detrás del morro,
entre atarjeas,
está su hogar
cubierto por mocanes.
Vive en la cumbre
y nunca baja.
Llévale aceite y velas
y algunas nueces.

II

Entre los tilos,
paredes que dan vértigo
y una cascada.
Detrás, la cueva
y cuatro cabras
que cobijan de pronto
a sus baifitos.
No me conocen
y tienen miedo
y cuando me descubren
se apelotonan.
Junto a la choza,
entre palmas y juncos
ella aparece.

III

Vengo a tu hogar,
a que me eches un rezo
contra el mal de ojo,
la indigestión,
las taramelas.
Crucé los pedregales
desde Chipude
y estoy muy enfermo.
Traigo la ofrenda,
el rosario de hueso,
toda mi fe.
Te necesito,
mujer de las montañas,
para curarme.


BOSQUE DE LOS TILOS

En el refugio virgen de este bosque los helechos se expanden. Solitario entre piedras con ribetes de musgo ceniciento, hastiado de vuestra preciosa capacidad de arrojo, de las reglas promulgadas para el sacrificio, de la reputación de mis placeres y los pactos sellados con sangre, expreso ahora mi nombre en el templo de la isla vertical, entre las raíces nervadas y las cortezas leñosas. Digo la palabra que ustedes usan para usarme y espero. Quiero ser entendido por los flujos de savia que ascienden y descienden en el interior de la materia. Quiero redoblar en los tambores de pétalos, en las compactas piñas, en las agujas doradas y elevarme como un hilo de niebla en el Atlántico infinito. Mas estos árboles y todo lo que son en su conjunto (peralillos, viñátigos y brezos) no entienden el idioma mendicante, los vocablos que usamos para el trueque, la voz de mi garganta cuando dice el nombre que ustedes usan para usarme. En el refugio no manchado, mientras riega su aroma la candela, se posa la turqué en los erizos y siguen los helechos expandiéndose, rompo los hilos de araña que existen a través de la luz, y de mi mente y de mi cuerpo y de todo cuanto hay y pesa sobre ellos, bajo ellos y a su alrededor soy testigo, no estoy solo, suena el agua


ALBEDO EN PUNTA DE LA ORCHILLA

Rayo de luz
en el cuenco vacío.
Estoy saciado.


Sergio Barreto (Tenerife, 1984) Escritor. Ha publicado el poemario Los centinelas (Ed. Idea 2011). En 2011 presentó en la Librería de Mujeres la novela Una gasa delante de mis ojos, de Elsa López, leyendo la ponencia Elsa López-Alfonsina Storni: el contexto asumido. En 2012 presentó en el Instituto de Estudios Canarios una lectura de Elsa López mediante la ponencia Para una lectura de Elsa López. En mayo de 2012 participó, junto al poeta Iván Cabrera Cartaya, en el «VI Festival Internacional Palabra en el mundo. La isla en peso», en la Casa-museo Benito Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria. En 2013 participó en las lecturas dedicadas al Día de las Letras Canarias que promueve la Fundación Mapfre Guanarteme, presentando, junto al poeta Iván Cabrera Cartaya, la colección de poemas Sangre de eclipse (Fundación Mapfre Guanarteme, 2013). En 2013 colaboró con un relato para la antología de relatos méxico-canaria Entre el ahuehuetl y el drago (Ed. Baile del Sol).

Ha obtenido los premios Emeterio Gutiérrez Albelo (2012) por Libro del Observatorio, Benito Pérez Armas de Novela (2015) por Vs. (Ed. Salto de Página) y Las Justas Poéticas de Laguna del Duero de Valladolid (2016) por el poema Roma no es bella. Entre 2013 y 2015 fue propietario del café cultural Atelier des Fous, en San Cristóbal de La Laguna, donde se llevaron a cabo exposiciones de artistas emergentes, conferencias, lecturas poéticas (Ernesto Suárez, Francisco León, Isabel Medina, Ángel Guinda, Samir Delgado, Ramiro Rosón, Coriolano González, Miguel Ángel Galindo, Covadonga García Fierro, Daniel Bernal, Cecilia Domínguez, Balbina Rivero, Antonio Jiménez Paz, Bruno Mesa, María José Alemán Bastarrica, etc) coloquios, talleres y performances.


Entre 2013 y 2015 fue coordinador, junto al poeta Javier Mérida, del Área de Literatura del Ateneo de La Laguna. En 2014 presentó en el Instituto de Estudios Canarios, junto a Carlos Eduardo Pinto y Andrés Sánchez Robayna la obra poética de Manuel González Sosa, A pesar de los vientos (2013). En 2015 participó en el ciclo Entre Palabras, a cargo del escritor Daniel María y organizado por la Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural. Entre 2015 y 2018 gestionó, junto a la poeta María José Alemán Bastarrica, la librería de segunda mano La Sala de Máquinas en San Cristóbal de La Laguna.
Fue miembro del comité de redacción de la revista digital de arte y pensamiento Piedra y Cielo, columnista de La Opinión de Tenerife (2016-2018) y ha reseñado obras y exposiciones para la memoria anual (2017) de TEA (Tenerife Espacio de las Artes). Fue miembro del jurado, junto a Alberto Pizarro, Elica Ramos y Javier Mérida, del IX Premio de Poesía Emilio Alfaro Hardisson. Participó en el IV Congreso de Poesía Canaria en el Ateneo de La Laguna, en el IX Encuentro Bienal de Arte de Lanzarote dedicado a Agustín Espinosa, en la antología de poesía El pescador de letras (Fundación Mapfre Guanarteme, 2019) y en el libro conjunto ARCA, ilustrado por el pintor Sema Castro (Ed. El Pampalino, 2019). En 2019 publicó el libro de poemas Libro del Observatorio 2011-2017 (Ed. La Palma). Fue invitado en 2019 a participar mediante una autolectura en el ciclo Mapas provisionales coordinado por el poeta Rafael José Díaz para el Ateneo de La Laguna. Coordinó para el Festival Internacional de Documentales MiradasDoc el boletín diario El Mirador (2020). Colaboró para la revista de poesía Nayagua, de la Fundación Centro de Poesía José Hierro (2020), y participó en el Programa de Actividades Literarias en Centros Públicos de Enseñanza Secundaria Encuentros literarios y Por qué leer a los clásicos promovido por el Ministerio de Cultura español (2020).


Poemas suyos han sido traducidos por el crítico y traductor Javier Hernández Fernández para el Instituto de Estudios Azorianos. Fue invitado como autor de referencia en el Universo literario de La Laguna (2020) promovido por el Centro de la Cultura Popular Canaria y el Ayuntamiento de La Laguna. Ha escrito para la Biblioteca Básica Canaria el prólogo al libro de poemas de Elsa López, El país de mi abanico, 2020. El guión Unbridel Horse derivado de su novela Vs. ha sido subvencionado por la Dirección General de Promoción Cultural del Gobierno de Canarias para el desarrollo de un largometraje, dirigido por el cineasta Iván López, por parte de Insularia Producciones. Ha publicado el libro de relatos Las estribaciones occidentales de Cydonia, Franz Ediciones, 2020.

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