“Martí y el modernismo” Claves para su comprensión. Por Elsa Vega Jiménez

La reconocida autora cubana Elsa Vega Jiménez aporta una visión esclarecedora sobre la figura de José Martí y su prosa periodística en los albores del modernismo
Ilustración cortesía de Yanier H. Palao

Presentamos en la Revista Trasdemar un ensayo de la autora cubana Elsa Vega Jiménez (Holguín, 1943) profesora y reconocida investigadora de la obra universal de José Martí, ofreciendo algunas claves sobre su papel como precursor del modernismo

Su obra cultural era diferente y creadora. Aspiraba nada menos que a no olvidar las experiencias y glorias pasadas, pero, en los nuevos tiempos, crear una nueva literatura, con enfoques dirigidos a cantar y contar los aconteceres gloriosos de los momentos modernos.

ELSA VEGA JIMÉNEZ

Martí es difícil de encasillar en una escuela, un movimiento, una filiación filosófica o religiosa. Véanse sus palabras en 1875:

En las estrecheces de una escuela yo no vivo. Ser es más que existir: grandeza es más que escuela… Yo no amo, pues, las estrecheces de una escuela … (OCEC T.20: 11)

Como profesional del periodismo en México, comenzó a aplicar en la práctica esa afirmación al renovar el lenguaje utilizado en la prensa plana, incluso, en 1889, al crear La Edad de Oro, revista de literatura para niños, dotó de nuevos giros al idioma, hizo novedosos enfoques de las temáticas abordadas, tanto en forma como en contenido, reivindicó lo nativo y vivificó la lengua española.

 Por la originalidad en que se expresa su ethos, su vida y su obra siempre nos sorprenderán con aspectos en que se encuentren puntos de contacto y, al mismo tiempo, diferencias abismales con sus congéneres y coetáneos. Cuando políticos, intelectuales, escritores, poetas en Hispanoamérica ponían sus miradas en modelos foráneos de Europa, en especial Francia, para imitar sus modos de hacer y decir, y alguno se obnubilaba con Estados Unidos, Martí pensó con sentido endógeno hispanoamericanista, creó, inició y practicó un modernismo libre de imitación extranjerizante y del arte de la evasión utilizado por la casi totalidad de los poetas del momento.

Los escritores modernistas en Latinoamérica, en su gran mayoría, hacen arte por el arte, sitúan sus temas en ambientes exóticos, se nutren de los mitos greco latinos y persiguen la perfección preciosista del estilo, se evaden de las respectivas realidades nacionales. No es el caso de Martí, él convierte en propicio cualquier medio para mostrar la necesidad de lograr la generalización de una independencia mental con la que no solo los cubanos, sino los nativos de las nuevas repúblicas hispanoamericanas, sean conscientes de las riquezas que existen en sus países y estén prestos a darlas a conocer en sus producciones literarias, con independencia del género de que se trate.

 Nadie imite al que vuela-que tiene sangre de esclavo el que en Literatura, como en algo, imita. – (OCEC T1:1878-1880: 84)

La irrupción de la modernidad ha cambiado la vida y la forma de pensar y de actuar de las personas. Están en juego graves problemas derivados del cambio de valores. Martí entiende imprescindible dar un vuelco a las agendas editoriales con la inclusión de temas que exijan mover el intelecto a escritores, editores y lectores. Y, sobre todo, educar, multiplicar el conocimiento de la importancia de lo autóctono de la región para sentir orgullo por lo que la distingue: historia, diversidad, juventud, pujanza.

Con él no ha nacido en la América hispana solo un periodismo de combate, comprometido, de denuncia; ha llegado el crítico social, el divulgador cultural, el creador revolucionario de una nueva forma de decir en español. Junto a la crítica, sugiere la solución. Se impone crear, ser original.

¿Cómo quiere tener vida propia y altiva, el pueblo que paga y sufre la influencia de los decaimientos y desnudeces repugnantes de la gastada vida ajena? La literatura es la bella forma de los pueblos. Con pueblos nuevos, ley es esencial que una literatura surja.

Las manos que han surgido de una tierra virgen no han debido ser hechas para aplaudir las postrimerías de una tierra cansada y moribunda.

El teatro es copia y consecuencia del pueblo. Un pueblo que quiere ser nuevo necesita producir un teatro original. (OCEC T.2:39)

Su llamado siempre fue a generar productos literarios novedosos. Predicó con el ejemplo. En México comenzó a realzar los valores autóctonos de la región, en Guatemala dio línea de continuidad a su propósito con el Drama Indio, en que puso parlamentos en boca de los actores con las inquietudes e intereses del público. En Venezuela creó la Revista Venezolana, solo salieron 2 números, pero avanzó en su objetivo reivindicativo, puede verificarse en sus siguientes palabras:

Quien dice Venezuela, dice América: que los mismos males sufren, y de los mismos frutos se abastecen”. (OCEC T8:89)

Martí expresa:

“Las esparcidas y humeantes ruinas de la vieja sociedad todavía no se han transformado en los nuevos elementos de la época democrática. La poesía de la naturaleza no puede mover solo los corazones de una sociedad que tiene empeñada las amargas cuestiones en los más oscuros campos de la batalla. Dos gigantes, el pasado y el porvenir, lidian actualmente…”. (OCEC, T8:90)

Quien escribe es un sagaz observador. El subdesarrollo mental, que es el peor de los males, lo ha tenido que sufrir en carne propia. Hermosos proyectos se han venido abajo porque lo viejo cierra el paso a lo nuevo. 

Martí explica que la  Revista Venezolana

“encamina sus esfuerzos a elaborar, con los restos del derrumbe, la gran América nueva, sólida, batallante, trabajadora y asombrosa (…) Otros hallan que (…) no es bastante variada, ni amena, y no conciben empresa de este género, sin su fardo obligado de cuentecillos de Andersen, y de imitaciones de Uhland, y de novelas traducidas, y de trabajos hojosos, y de devaneos, y fragilidades de la imaginación”. (OCEC T8: 88, 89).

En conclusión, sobre la Revista Venezolana expresa:

“No será, pues, tribuna egoísta este humilde periódico; sino casa modesta, donde todo sereno pensamiento, y pensador hidalgo, tendrán casa. Alhajado está el hogar; y los miembros del Areópago citados: ¡sea todo, humildemente en prez de Venezuela y de la América!”  (OCEC, T.8:58)

Su obra cultural era diferente y creadora. Aspiraba nada menos que a no olvidar las experiencias y glorias pasadas, pero, en los nuevos tiempos, crear una nueva literatura, con enfoques dirigidos a cantar y contar los aconteceres gloriosos de los momentos modernos.

En plena adolescencia y juventud ya muestra de manera fehaciente que en su vida la unidad dialéctica hombre-palabra-acción conforma un todo indivisible.

En todos los géneros en que incursionó dejó su impronta de creador.

No comulgaba con la imitación. Se pueden leer sus escritos donde critica el vicio de imitar y lo sintetiza en el ensayo Nuestra América, año 1891. “Crear es la palabra de pase de esta generación” (O.C. T 6:18)- en cualquier manifestación artística.

Críticos literarios, investigadores, biógrafos y especialistas están casi de forma unánime de acuerdo en etiquetarlo como un precursor del Modernismo, y algunos le conceden importancia relativa en el movimiento.  Su obra ha sido comparada con la de  Julián del Casal (Cuba), Manuel Gutiérrez Nájera (México), José Asunción Silva (Colombia), Rubén Darío (Nicaragua), Manuel González Prada y José Santos Chocano (Perú),  Francisco Gavidia (El Salvador), Manuel de Jesús Galván (República Dominicana), Enrique Gómez Carrillo (Guatemala).

Reconozcamos que su saber era enciclopédico. Pero su profundo sentido de pertenencia a Hispanoamérica lo empujaba a educar en valores a esa nueva hornada de poetas y escritores para que hurgaran en la historia y la cultura nacional y del continente y sustentaran sus creaciones en un mundo cercano, rico en experiencias.    

 De forma sintética se ha hecho un brevísimo recorrido por un minúsculo porcentaje de su prosa periodística. El objetivo es invitar a los lectores a reubicar a Martí no solo como precursor, sino como iniciador y representante pleno del Modernismo. Como se observa, aunque pocos, se han ofrecido ejemplos de que mucho antes del “Azul” en prosa y en verso, de Rubén Darío, en 1888, ya este modesto autor al cual Darío conocía por sus artículos periodísticos para la prensa de países hispanoamericanos, había hecho una renovación plena del lenguaje literario en prosa, con hondo sentido americanista y liberador, acorde con los cambios que los tiempos modernos exigían.  

Sepan disculpar a la autora.  El espacio impide la profundización. Este trabajo es parte de un libro que se encuentra en fase de redacción donde se abordan la prosa y el verso modernista en José Martí y se compara con otros autores.


Elsa Vega Jiménez (Holguín, Cuba, 1943). Ex-Catedrática. Máster en Ciencias de la Educación, Graduada de Economía Doméstica, Profesora de francés, de Profesoral Superior de Español. Ocupó diferentes cargos docentes y administrativos. Ha participado en múltiples eventos científicos nacionales y extranjeros en calidad de ponente o jurado. Ha realizado tutorías de trabajos de curso, de diploma, tesis de maestrías, entrenamientos. Ha sido traductora analista de varios organismos provinciales y nacionales. Ha publicado 4 títulos en coautoría y 8 como autora. Un poemario traducido al alemán y un texto al chino. Tiene publicaciones periódicas en Cuba, México, Colombia, Venezuela, Gran Canaria y en internet. Títulos suyos son textos en Cuba, Colombia, Ecuador, Venezuela, China (en chino). (4 son sobre José Martí). Ha escrito varios prólogos. Ha publicado poemas y cuentos en Argentina, México, Madrid, Málaga, Gran Canaria e internet. Y colaborado con publicaciones periódicas en diferentes países. Antologada en México, Argentina, España, Gran Canaria. Premio internacional en Investigación, Ensayo y Accésit en cuento. Ha impartido docencia de posgrado en Cuba, Rusia, México, Colombia y conferencias en Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura, La Palma (Islas Canarias). Ha visitado Ucrania, Abjasia, Alemania, Bélgica, Bulgaria, Francia, España, Noruega, Estados Unidos. Posee diferentes órdenes y condecoraciones.


Bibliografía.

. Hakim, Adel. Opciones Dramatúrgicas y posturas políticas. Revista Apuntes. Número 121, 1er Semestre. Santiago de Chile: Publicación de la Escuela de Teatro de la Pontificia Universidad Católica de Chile, 2002.

. Martí, José. Obras Completas. Edición Crítica del CEM 2009-2012. (24 tomos)
.Vega Jiménez, Elsa. José Martí, Rubén Darío y Tomás Morales. Tres miradas al Modernismo. En:

http://moralia.tomasmorales.com/index.php/moralia/issue/view/138, (número 11, 2012).

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