“Somos ultraperiféricos y la poesía es insular” Silvia Rodríguez

La Revista Trasdemar prosigue la estela de las revistas de vanguardia, que a lo largo del siglo XX realizaron encuestas a creadores de la época para favorecer el debate y el diálogo en el panorama literario y cultural
Silvia Rodríguez (Las Palmas, 1970)

Presentamos en la Revista Trasdemar la entrevista con la autora Silvia Rodríguez (Las Palmas, 1970) a quien agradecemos su colaboración en nuestra encuesta internacional dedicada a la insularidad

La ínsula es una porción de tierra rodeada de agua, de la que no podemos salir y donde nos volvemos a tropezar con la misma gente. Tenemos una sensación constante de estar en un mundo aparte, ajeno. La poesía también sucede en un territorio aislado y asfixiante. La literatura y el arte son islas en sí mismas, a donde arriban los náufragos para volver a inventar sus historias.

SILVIA RODRÍGUEZ

La isla como espacio de creación

¿Qué representa la insularidad para su génesis como autora? Háblenos de su experiencia creativa en el ámbito de la escritura: ¿cuáles fueron los orígenes de su proceso de producción literaria?

La insularidad nos hace más marginales y más invisibles, y creo que las dos cosas son convenientes para escribir poesía. Siempre me fascinó la literatura, leer ha significado mucho en mi vida. La poesía nos puede salvar, transformar, revolucionar. Con respecto a la creación es necesaria la vocación que sigo de forma determinante desde los años 90, década que fue muy activa para la poesía emergente en Canarias.


La isla como lugar de influencias

¿Cuál es su relación literaria con la experiencia de la insularidad y las influencias recibidas de la tradición o las tradiciones culturales de su lugar de origen?

Somos ultraperiféricos y la poesía es insular. La isla siempre ha sido un recurso para la literatura y para todas las artes. La isla del tesoro o El señor de las moscas retratan ese universo aislado, exótico, a la vez que claustrofóbico. En los 90 descubrí a Pedro Flores y es mi poeta predilecto, he leído toda su obra que para mí es extraordinaria y demoledora en términos estéticos. Me encantaban los Poemas del Mar y de la Tierra que veía muchos domingos cuando era chica en el Museo dedicado a la obra de Néstor Martín-Fernández de la Torre.  El legado de César Manrique me parece increíble y me gustan cuadros, entre otros, de Felo Monzón, Jorge Oramas, Jane Millares, Pedro González o Jerónimo Maldonado o fotografías de Lorena Morin, con quien he colaborado en ocasiones. Tenemos muchísimas influencias, escribimos desde una suma de todas ellas. El cine es para mí esencial, un revulsivo insustituible, un lenguaje poderoso y mágico.  


La isla como proyecto cultural

¿De qué modo considera el valor de la isla o del archipiélago en su propia cosmovisión literaria? ¿Qué opina acerca de las semejanzas y los parentescos entre su lugar de origen y otros territorios insulares?

Pienso que estar en territorio ultraperiférico implica mayores dificultades en cuanto a la publicación, pero la buena poesía resiste, subsiste en el tiempo. En cualquiera de los casos deben revisarse los contratos editoriales y dignificarlos para los libros de poesía que sufren un enorme agravio en comparación al resto. Cada isla tiene sus particularidades y encantos. Las Palmas de Gran Canaria, donde resido, me parece una ciudad plural y cosmopolita, con muchos microcosmos.


La isla como punto de referencia

En su opinión, ¿el paisaje contribuye a la formación de una estética de la insularidad? ¿Qué aspectos considera más relevantes en la mirada hacia la insularidad desde la literatura o el arte?

Claro, el paisaje es lo que vemos y sentimos. La ínsula es una porción de tierra rodeada de agua, de la que no podemos salir y donde nos volvemos a tropezar con la misma gente. Tenemos una sensación constante de estar en un mundo aparte, ajeno. La poesía también sucede en un territorio aislado y asfixiante. La literatura y el arte son islas en sí mismas, a donde arriban los náufragos para volver a inventar sus historias.


La isla como vía a la universalidad

¿Cómo le gustaría definir la identidad insular? ¿En qué medida las diversas formas de la movilidad humana, como las migraciones o el turismo, influyen sobre la creación literaria en las islas? Desde su perspectiva, ¿qué lugar ocupan las nociones de cosmopolitismo y universalidad en la cultura insular de cara al futuro?

Me gusta la identidad insular cuando se reconoce austera, lejana a otro mundo que es posible descubrir, la arrogancia insular es para mí un error. La movilidad humana es siempre enriquecedora, aporta conocimiento, otras realidades nos hacen más conscientes de la nuestra. El turismo nos ha influido muchísimo en las islas, humanamente y desde el punto de vista artístico ya que es un sector donde también hay decadencia y precariedad. Ha significado un boom y también el expolio de la belleza y del orden natural, la convivencia entre distintas comunidades y el emporio donde se mezclan ejemplaridad y especulación. La cultura debe mirar al futuro, al conjunto de la humanidad, a lo que sucede en otras geografías de la creación; no encerrarse en una isla autocomplaciente, impermeable a lo que ocurre incluso en ella.


Silvia Rodríguez (Las Palmas, 1970) ha publicado en Canarias los libros de poesía Rojo Caramelo, El ojo de Londres, Casa Banana, Shatabdi Express y Bloc de notas; en Madrid Departamento en Quito, en Granada Ciudad Calima y Padresueño, en Sevilla Las princesas no tienen nombre y en Navarra Marabulla (Premio Internacional de Poesía María del Villar 2018). Está incluida en antologías como 23 Pandoras: Poesía alternativa española. Ha intervenido en Festivales Internacionales de Poesía: Génova, La Habana, Poetas en Mayo en Vitoria-Gasteiz o en el Programa Literario de Otoño de Ginebra. Ha editado poemas en revistas como La porte des poetes, Ficciones, Turia, Piedra del molino, Mundo Hispánico, Telegráfica, 21 versos o Uj Forras. Poemas suyos han sido traducidos al italiano, al húngaro y al eslovaco.

2 comentarios

  1. Marta Oliva Freuding
    Marta Oliva Freuding

    Comparto todo lo dicho por la poeta Silvia Rodríguez. Poetas como ella enriquecen el legado literio de Gran Canaria.
    Muchas gracias

  2. Muy bueno Silvia. Haciendo honor a tu genialidad. Fuerte abrazo.
    Muy bueno Silvia. Haciendo honor a tu genialidad. Fuerte abrazo.

    Muy bueno Silvia. Haciendo honor a tu genialidad. Fuerte abrazo.

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