“La impresión que tengo, con las instituciones canarias, en el apoyo de las artes en las islas es que siempre pueden hacer más” Entrevista con Celestino Celso Hernández, Director del MACEW

En la Revista Trasdemar difundimos un espacio permanente dedicado a la actualidad de la cultura en Canarias, con entrevistas a personalidades de la cultura, las artes y la creación insular contemporánea
Fotografía de Celestino Celso Hernández (Obra de Carlos Schwartz)

Desde la Revista Trasdemar celebramos en nuestro aniversario una serie especial de entrevistas dedicadas a la actualidad de la cultura y el arte en Canarias. En nuestra cita de hoy presentamos la entrevista a Celestino Celso Hernández (La Palma, 1956) Licenciado en Historia del arte, es miembro del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias en el Puerto de la Cruz y Director del Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl (MACEW) Ejerce la crítica de arte y el comisariado de exposiciones en medios de comunicación y en espacios de arte de toda Canarias. Su más reciente comisariado ha tenido lugar, en el presente año 2021, para el Centro Atlántico de Arte Moderno CAAM, de Las Palmas, con la exposición “José Martín”.


Para los que nos incorporamos al panorama de la cultura y el arte en Canarias, en los años 80, lo que había sucedido y quienes habían protagonizado la excepcional generación de Gaceta de Arte, nos quedaba muy atrás en el tiempo. A su director, Eduardo Westerdahl, lo perderíamos, precisamente en los ochenta, el año 1983. En todo caso, mirábamos hacia atrás con mucha nostalgia, viendo todo lo mucho y bien que habían hecho.

Más cercanos teníamos a los habían capitaneado la reacción renovadora, de los 60, el Grupo Nuestro Arte, con Pedro González en cabeza, visto, para la mayoría de la gente del arte en las islas, como un referente a seguir.

CELESTINO CELSO HERNÁNDEZ

Por su formación académica y dedicación a la docencia ha estado vinculado al devenir del arte insular y del panorama de las exposiciones de arte desde hace décadas en Canarias. ¿Cuál podría ser el balance general de su experiencia como profesional del sector? ¿Qué impresión tiene de las instituciones canarias en el desarrollo del apoyo a las artes en las islas?

En efecto, cumplí algo más de tres décadas como docente, en la Escuela de Arte ‘Fernando Estévez’, de Tenerife, en donde me jubilé hace un par de cursos, y próximo a cuatro décadas también en el mundo del arte de Canarias, como crítico de arte y comisario de exposiciones. Puedo transmitir las impresiones, de primera mano, sobre las décadas de los ochenta, los noventa y las dos que llevamos del siglo XXI. De los años setenta llego a tener también algunas impresiones, pues recuerdo haber estado presente en la I Exposición internacional de Escultura en la Calle, de Santa Cruz de Tenerife, en diciembre de 1973, próximo ya a celebrar su Cincuentenario, pero no puedo hablar de experiencia directa, pues por entonces estaba culminando los estudios secundarios en La Laguna.

En este tiempo transcurrido se han producido distintas situaciones, desde luego, que no han tenido una progresión ascendente, siempre favorable, sino que ha registrado momentos mejores y otros no tanto, a mi parecer. La década de los 80, para empezar, la considero la más ilusionante de las cuatro, en este periodo de tiempo, que a mí me ha tocado participar. No sólo Canarias, sino también en el ámbito estatal se asistía a un despertar de la cultura, en general, de las artes, en particular, que llevaba a unas ansias por descubrir y presentar todo lo que, hasta poco tiempo antes, se nos había impedido mostrar y manifestar. Los años 90 también los considero de interés, si bien no con ese fulgor de los ochenta, que, lógicamente, tras la avalancha de la década anterior, las cosas comenzaron a verse con más normalidad y sosiego. Sin embargo, con el cambio de siglo, en estas dos décadas y poco, que ya llevamos, no tengo una sensación de que hayamos avanzado todo lo bien que debiera haberse producido. Se me ocurre un
detalle, como muestra, y es que si para poner sobre la mesa algún nombre de artista con una destacada presencia, no en el ámbito de Canarias, sino también en el panorama nacional e internacional, tenemos a recurrir a autores y autoras con más de medio siglo de existencia, algo no parece que se haya hecho del todo bien con las nuevas generaciones. Y si, aún más, para localizarlo, tenemos que buscar a ese o esa artista canario-a residiendo más allá de nuestras islas, como había sucedido con nuestros más grandes artistas del siglo XX, la cuestión debiera llevarnos a mayor reflexión.

La impresión que tengo, con las instituciones canarias, en el apoyo de las artes en las islas es que siempre pueden hacer más, claro que sí, pues aún se está lejos y hasta muy lejos de ese 2% de los presupuestos, para la cultura, que ha sido bandera de reivindicación, en algunos momentos. Sin embargo, aquí se me presenta alguna duda, porque si las administraciones ampliaran, cada vez más, su cobertura, hasta que la hicieran casi única, con la desaparición de cualquier iniciativa privada, o prácticamente, acabaríamos teniendo una cultura, un arte, oficializados. Y entonces va a acabar siendo peor el remedio, que la enfermedad. No podemos negar que el contar con nuestra propia Autonomía, a partir de la constitución de nuestro primer Parlamento de Canarias, el 30 de mayo de 1983, la cercanía de las instituciones, ya no solo municipales e insulares, sino también de ámbito regional, devendrían en mayor atención y apoyo económico a la cultura, al arte. Sin embargo, con los sucesivos cambios de gobiernos, lógicos en un sistema democrático, y cierto empeño de marcar muy de cerca el quehacer de los artistas, con decisiones incluso unipersonales, ha producido vaivenes, según el perfil del gobernante, en cada momento. Se han echado por tierra, incluso, iniciativas de un gobierno anterior, sólo por ser de un signo político distinto, sin pararse a mirar si, fuera quien fuera el que lo puso en marcha, resultaban favorables para el conjunto de la ciudadanía. Como se suele decir, que toda norma tiene una excepción, o que la excepción confirma la regla, y es el caso del Festival de Música de Canarias, tal vez el único evento que, prácticamente, ha logrado sobrevivir a los distintos mandatos.

Así pues, se debe dejar hacer a los artistas, a la gente de la cultura, y no empeñarse en que tengan que acudir a la petición “cercana”, para que puedan llevar adelante sus creaciones. Frente a ello, entiendo que se podrían hacer las cosas mejor, posiblemente, dando la mayor flexibilidad a las ayudas, sin tantas averiguaciones, intermediaciones, comisiones y filtros, lo que no significa, en ningún caso, una pérdida de control del gasto.


El Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl (MACEW) fue reinaugurado en 2007 en la sede de la Casa de la Aduana en el Puerto de la Cruz, Tenerife. Como director de este importante referente de los museos en la modernidad de las islas, ¿Qué retos y desafíos afrontan en la actualidad? ¿Qué papel histórico ha desempeñado el Instituto de estudios Hispánicos en la conservación de la colección artística del legado de Eduardo Westerdahl?

En primer lugar, supone para mí un auténtico privilegio el haber sido incorporado a la junta de gobierno del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, hace ya cerca de tres décadas, a partir de mayo del año 1993, con la presidencia de Antonio Galindo. Presencia continuada con las presidencias de Nicolás R. Münzenmaier y José Cruz, a quienes, igualmente, agradezco su confianza. Debemos tener en cuenta que el IEHC es el depositario y propietario de la colección de arte, que da contenido a nuestro Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl, y es a partir de la junta de gobierno, del Instituto, que he asumido la dirección del MACEW. La colección que Eduardo Westerdahl había creado, como fundador y primer director, entre los años 1953 y 1965, logramos, en efecto, rescatarla y ponerla, nuevamente, a la contemplación y disfrute de todo el público, a partir del 28 de junio del año 2007. Y esto fue posible por un gesto, que debemos seguir agradeciendo, del Cabildo de Tenerife, que nos cedió la parte alta de la Casa de la Aduana, de la que es propietario, para que pudiéramos mostrar las obras de nuestro museo.

Sin embargo, esa labor de rescate había comenzado unos años antes, cuando se acercaba el Cincuentenario de la creación del IEHC, que tuvo lugar el 28 de marzo de 1953. Dos años antes del Cincuentenario, por encargo del entonces Presidente, Nicolás R. Münzenmaier, pudimos conseguir, con el apoyo del Viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, en ese momento, Ángel Marrero Alayón, que la Colección de Arte del IEHC y dentro de ella las obras del MACEW, pudieran ser conocidas en todas las islas de Canarias, a partir del 11 de octubre de 2001.

Así pues, podríamos decir que cumplíamos el primer objetivo, como es el que se indica en su pregunta, “la conservación de la colección artística del legado de Eduardo Westerdahl”. Podemos afirmar que fueron importantes los riesgos que se corrieron, durante treinta y seis años, que la colección permaneció en depósito, oculta a la visión del público. Esa difícil situación, sin embargo, se había logrado superar, de modo que los objetivos se situaron, a partir de ahí, en los “retos y desafíos”, como igualmente se me pregunta. Y aquí es donde hemos encontrado un muro, que se nos empieza a parecer insalvable, y no habrá sido por luchar todo lo que hemos podido y sabido. Hace ya casi una década, en diciembre de 2013, el equipo Francés- Sastre arquitectos, de Madrid, resultó ganador del concurso convocado para convertir al Parque San Francisco, de Puerto de la Cruz, en un gran espacio y centro de cultura, que incluía, en su planta superior, la nueva sede del MACEW. Las puertas del cielo parecía que se nos abrían, al fin, atendiendo a nuestras históricas peticiones. Sin embargo, casi que de inmediato nos ha ido sucediendo un auténtico calvario, en el que hemos pasado de “desaparecer” del proyecto del San Francisco, a transitar por proyectos
alternativos, en el antiguo cine Chimisay, primero, y luego en el también antiguo convento y luego colegio de los Agustinos, en la plaza Concejil. Y ahí, de momento, varios años ya, parecen haberse atascado las promesas hechas en su día y pospuestas, sine día, de una sede como se merece el primer museo de arte contemporáneo, que abrió sus puertas en España, junto con el anterior MEAC, de Madrid, colección que luego pasó al actual MNCARS.


Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl, Casa de la Aduana, Puerto de la Cruz (Tenerife)

Recientemente ha comisariado una importante exposición del artista palmero José Martín en el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM). Háblenos de la pintura y la personalidad de este artista de Tazacorte. ¿Qué recepción ha tenido en el circuito del arte y el impacto en el público hasta el momento?

La exposición de “José Martín”, que se ha inauguró el 5 de agosto, en el Centro Atlántico de Arte Moderno, de Las Palmas, en donde estará hasta el 24 de octubre, ha resultado ser un gran impacto, reflejado, de modo muy notorio, y en primer lugar, en los cuatro principales diarios impresos de Canarias –‘La Provincia’, ‘Canarias 7’, ‘Diario de Avisos’ y ‘El Día’-, así como en Televisión española en Canarias y en la Televisión autonómica. Exposición que ya tiene prevista su itinerancia, en colaboración del CAAM con la Fundación CajaCanarias, que la trasladará a su sede de Santa Cruz de La Palma, en donde se presentará el martes 9 de noviembre.


José Martín, más conocido por sus paisanos bagañetes y palmeros como Pepe Torres, fue un personaje singular, que vivió al margen de la sociedad y al borde de todo lo que era aceptado, para ir más allá, atreverse a sondear otros territorios de la existencia, del arte. Desatendido por la inmensa mayoría, muy pocos se ocuparon de su persona y de su pintura. Hacemos algunas excepciones, pues unas pocas personas han resultado fundamentales para llegar a este momento, en el que, por fin, presentamos a José Martín y su obra en el principal museo de arte contemporáneo de estas islas, y con ello le damos plena carta de presentación en el arte de Canarias.


Cito, en primer lugar, a la sobrina de José Martín, Carmen Rosa Martín, quien mostró un enorme aprecio y admiración por su tío, desde su niñez, al mediar el siglo pasado. Junto con su marido, Agustín González Tarife, han salvado, de su pérdida definitiva, documentos, apuntes, fotos, recortes y detalles muy cercanos al pintor. Mención destacada también para Cándido Camacho, pintor, paisano de Pepe Torres, que le conoce desde su temprana juventud, a fines de los años 50. Fue él quien lo dará a conocer a otros artistas, que le visitaban en Tazacorte, como nos han confirmado Juan de La Cruz y Domingo Vega. Y fue Cándido también quién descubre a José Martín al galerista Gonzalo Díaz, director de la Sala CONCA, de La Laguna, que lo incorporó a su grupo de artistas, y que le organizó un par de exposiciones individuales y algunas colectivas, entre los años 1979 y 1985. Sin embargo, a partir de ahí volvió a desparecer de la escena artística de las islas.

Nosotros le conocimos, junto con la escritora, poeta, Elica Ramos, también paisana de Pepe Torres, a partir del mes de julio de 1987. Tuvimos oportunidad de tratarle, conversar con él, incluso de realizar algunas excursiones por la isla, a los montes y acantilados norteños de Garafía, a los volcanes de Fuencaliente, en el sur de La Palma, o también a los grabados rupestres de Belmaco, en Mazo. Le dedicamos un amplio reportaje, en la separata cultural Gaceta de Arte y Literatura, de La Gaceta de Canarias, con fecha 3 de julio de 1993, y le organizamos también una exposición individual, acompañada de catálogo, en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, de Puerto de la Cruz, en junio de 1995. Sin embargo, tampoco esta vez pudimos llegar mucho más allá, para dar a conocer la obra de José Martín. Volvimos a ocuparnos de él, y dedicarle nuevamente una página, esta vez en Diario de Avisos, al producirse el fallecimiento de nuestro pintor, el 22 de febrero de 1996, recién cumplidos sus 74 años de edad.


Ha tenido que transcurrir un cuarto de siglo, desde esa fecha, para que, al fin, su personalidad y su obra encontraran una gran acogida. Y ésta se produjo, y también lo queremos destacar, hace ahora cinco años, por parte de Orlando Britto Jinorio, poco tiempo después de haber sido nombrado Director del CAAM, en febrero de 2016. Su participación ha sido fundamental, para que hayamos podido hacer realidad este “fascinante sueño de un visionario”, como lo ha denominado el muy destacado crítico de arte, Fernando Castro Flórez, que nos ha hecho el honor de participar, con un texto, en el Catálogo de la exposición “José Martín”.


Seguimos trabajando en la persona y la obra de este excepcional artista, por una parte en la publicación de su Manuscrito, que un día nos entregara en su casa y estudio del Barranco Tenisca, en Tazacorte, y que esperamos poder presentar en 2022, al cumplirse el Centenario de su nacimiento. Y por otra parte, incorporando nuevas pinturas a la Catalogación de su obra, con un registro, que a fecha de hoy, tenemos establecido en 216 obras.

José Martín (1990, Óleo sobre lienzo, Colecc. CCHS)

Recordamos publicaciones como Syntaxis, que inició su andadura en 1983, bajo el muy acertado hacer de Andrés Sánchez Robayna, coordinador igualmente de la separata Jornada Literaria, recuerdo también la revista de artes plásticas Hartísimo, a partir de 1984, bajo la tutela de Carlos Pinto Trujillo, o la revista Basa, publicación del Colegio de Arquitectos de Canarias. El poeta y crítico de literatura y arte Lázaro Santana, desde la editorial Edirca, aportará la primera ‘Historia del Arte en Canarias’

CELESTINO CELSO HERNÁNDEZ

Revistas como Gaceta de Arte, dirigida por Eduardo Westerdahl en los años de la II República, mantuvieron las relaciones entre el arte y la literatura de un modo crucial en la época de las vanguardias. ¿Podría dar alguna referencia de los libros de literatura canaria y de autores o autoras de las islas que han sido influyentes en su propia generación?

Para los que nos incorporamos al panorama de la cultura y el arte en Canarias, en los años 80, lo que había sucedido y quienes habían protagonizado la excepcional generación de Gaceta de Arte, nos quedaba muy atrás en el tiempo. A su director, Eduardo Westerdahl, lo perderíamos, precisamente en los ochenta, el año 1983. En todo caso, mirábamos hacia atrás con mucha nostalgia, viendo todo lo mucho y bien que habían hecho. Más cercanos teníamos a los habían capitaneado la reacción renovadora, de los 60, el Grupo Nuestro Arte, con Pedro González en cabeza, visto, para la mayoría de la gente del arte en las islas, como un referente a seguir. Y con Pedro, otros artistas más, entre los que destacarán dos mujeres, María Belén Morales y Maribel Nazco, ésta última reciente Premio Canarias de Bellas Artes. Nos alegraba la lectura de autores, que venían ya con fortaleza, desde tiempo atrás, como Rafael Arozarena e Isaac de Vega.

Inmediatamente anterior a nosotros estaba la denominada Generación 70, surgida en la Sala CONCA, de La Laguna, con un amplio plantel de artistas, como Gonzalo González, Juan Hernández y Fernando Álamo. Nuestra década de los 80 se inició, precisamente con una exposición, organizada por Conca, de los artistas de la Generación 70, en su décimo aniversario. Así pues, no estábamos huérfanos, y además, con la recuperación de la democracia, en nuestro país, y con ella las libertades de creación y expresión, pudimos contar con algunas iniciativas editoriales, de gran valor, y cuyos contenidos seguíamos con pleno interés. Recordamos publicaciones como Syntaxis, que inició su andadura en 1983, bajo el muy acertado hacer de Andrés Sánchez Robayna, coordinador igualmente de la separata Jornada Literaria, recuerdo también la revista de artes plásticas Hartísimo, a partir de 1984, bajo la tutela de Carlos Pinto Trujillo, o la revista Basa, publicación del Colegio de Arquitectos de Canarias. El poeta y crítico de literatura y arte Lázaro Santana, desde la editorial Edirca, aportará la
primera ‘Historia del Arte en Canarias’, el año 1983. Nos interesaba mucho también la labor más reservada, pero no por ello menos destacada, de un pensador, autor de textos literarios y de arte, como Ángel Sánchez. Y el amplio ejercicio de docencia, crítica de arte y comisariado de exposiciones, que llevaba a cabo Fernando Castro Borrego. A partir de febrero de 1982 nuestras miradas de arte pasaron a centrarse, anualmente, en Madrid, donde se puso en marcha la feria de arte contemporáneo ARCO, que contó, desde su primera edición con la galería de Tenerife, Leyendecker, y entonces con artistas como Leopoldo Emperador, Ernesto Valcárcel y Luis Palmero. En tierras peninsulares buscamos el hacer de creadores canarios, que habían buscado su destino más allá de las islas, como Juan Bordes, Pedro Garhel y Tony Gallardo, en Madrid, o José Carlos Cataño, en Barcelona. También recordamos la llegada a nuestras islas de
algunas aportaciones notables, como la que supuso la estancia en Tenerife, como profesor invitado de la Universidad de La Laguna, del crítico de arte y literatura Kevin Power, entre finales de los setenta e inicios de los ochenta.


La Palma es una isla de enorme potencial artístico con la presencia en su historia reciente de destacados artistas internacionales y de procedencia insular. ¿Qué opina sobre la realidad museística y del entorno cultural de la Isla Bonita? Muchas gracias

La isla de La Palma se encuentra en una situación que podemos calificar como delicada, no en la cultura, o el arte, en particular, sino en el conjunto de sus actividades y su propio devenir como sociedad. Valga como reflejo un par de datos, que La Palma tiene los mismos ochenta y poco mil habitantes, que ya tenía al comenzar el presente siglo XXI, hace veintiún años. Y un segundo dato, igualmente preocupante, que el 20,84% de su población tiene más de 65 años, lo que nos indica un claro envejecimiento de la misma y, al otro extremo, una continua pérdida de las nuevas generaciones, que prácticamente, con su salida para cursar estudios superiores, no retornan a su isla, más que para mantener el contacto familiar y vacacional.

La inmensa mayoría de sus 14 municipios carecen de medios propios, para desarrollar una actividad cultural, no digamos de arte, que pueda ir más allá del ámbito municipal. Aun así hacen un esfuerzo notable. La excepción la representan dos de sus catorce municipios, Santa Cruz de La Palma, por ser sede administrativa, como capital, puerto y hasta casi aeropuerto de la isla, y Los Llanos de Aridane, como ciudad con mayor número de habitantes y una economía activa, no concentrada sólo en lo que genera el aparato administrativo.

En estas circunstancias, la intervención del Cabildo insular se torna decisiva, debiendo actuar e intervenir en los catorce municipios, por igual, y no centrarse, mayoritariamente, en donde tiene su sede. Se hace imprescindible, incluso diría urgente, una agilización de las gestiones culturales, desde quien debiera ser el motor económico, cultural y de arte, del conjunto de La Palma, y dar una mayor profesionalización a su gestión. Se podría facilitar, de ese modo, no sólo el desarrollo cultural, artístico, de todos sus municipios, sino también el acceso de los propios artistas a desarrollar sus propuestas, tanto de los que residen de manera continua en la isla, como los muchos que residen fuera de la misma, pero que acuden con regularidad y, en todo caso, mantienen sus vínculos familiares y afectivos, con muchos deseos de aportar el bagaje que han ido acumulando.

Mi opinión a lo que se me pregunta sobre la realidad museística es que, valorando lo que ya se tiene, básicamente el Museo Insular de La Palma, que reúne, entre otros espacios, una importante colección de arte, falta mucho por hacer. El Museo de Arte Contemporáneo, para el que se reconstruyó una casona, antigua Casa Van de Walle, que se había incendiado, junto a la plaza de Santo Domingo, de Santa Cruz de La Palma, ha devenido en algo muy diferente, para lo que se había previsto y prometido a los artistas palmeros contemporáneos. Tuve que ver, en su día, con los informes que se elaboraron, desde la parte artística, y los interesantes propósitos de la propia dirección de obra, que, visto lo visto, se han diluido por el camino. Tal es así que, aún manteniendo su denominación, se le ha añadido la de Centro de Interpretación de la Bajada de la Virgen. Es evidente que muy poco tienen que ver los contenidos de uno con los del otro, y que, en todo caso, ambos merecen un inmueble propio y una atención destacada. Recuerdo ahora, y lo considero oportuno mencionar, conversaciones con el amigo y gran escritor Anelio Rodríguez Concepción, sobre el papel destacado de los pintores palmeros en el género o temática del Paisaje, y de su tío, Quico Concepción, en particular, junto con otros como González Méndez, González Suárez, el alemán-palmero Bruno Brandt, José Martín, Pedro Fausto y otros más. Puede ser una apuesta importante, a considerar, y que se podría ubicar, en un equilibrado reparto geográfico y poblacional, en la otra mitad de la isla, la Banda, como dicen por allí. Hablábamos sobre lo oportuno que debiera ser, para cualquier visitante que llegara a la isla, también para sus naturales y residentes, encontrar un espacio museístico, en el que se puedan contemplar las distintas visiones e interpretaciones de la inigualable naturaleza de La Palma, llevadas a cabo por los artistas palmeros, así como por quienes han adoptado esa isla como propia.

Nos parecen merecedoras de destacar, finalmente, algunas iniciativas privadas, como la única galería de arte activa, actualmente, en La Palma, García de Diego, en Los Llanos de Aridane, recogiendo el testigo de iniciativas anteriores, como la del amigo Antonio, con La Chatita, en San Antonio, Breña Baja. La muy destaca agenda de exposiciones, que ofrece la Fundación CajaCanarias, desde su sede en Santa Cruz de La Palma. Y también, la próxima apertura, en pleno casco de Tijarafe, del Centro de Arte de la Fundación 20/21 Arte y Educación, alejado de los dos principales núcleos poblaciones de la isla, que puede suponer un punto de inflexión, hacia un futuro mucho mejor para el arte en La Palma. Ojalá que así suceda.


Celestino Celso Hernández Sánchez nació en la Villa de Garafía, isla de La
Palma, el año 1956, y reside en la Villa de Tegueste, isla de Tenerife, desde fines de los
años sesenta. Licenciado en Historia del Arte, por la Universidad de La Laguna, con
premio de final de carrera, e inicio de investigación con Memoria de Licenciatura, o
Tesina, sobre la artista Maribel Nazco, reciente Premio Canarias de Bellas Artes 2021.
Promotor y coordinador de varias exposiciones, que dieron forma a la generación de
‘Escultores canarios de los 80’, a raíz de la muestra, del mismo título, en la Sala de Arte
y Cultura de Cajanarias, en La Laguna, el mes de noviembre de 1987. Comisario de la
exposición ‘La escultura y sus límites + la escultura en Canarias de los 80’, en la Sala del
Gobierno de Canarias, en La Laguna, al cumplirse el treinta aniversario de la primera
muestra. Coordinador y director de las actividades culturales, paralelas al Festival
internacional de cine ecológico y de la naturaleza de Canarias, en Puerto de la Cruz,
ediciones VIIª a la XIIª, años 1988 a 1993. VicePresidente de Arte del Instituto de
Estudios Hispánicos de Canarias, incorporado a su Junta de Gobierno en mayo de 1993,
corresponsable del rescate de la colección de arte y su reapertura al público, el 11 de
octubre de 2001, alcanzando el logro de nueva sede para el Museo de Arte
Contemporáneo Eduardo Westerdahl MACEW, con sede en Puerto de la Cruz, a partir
del 27 de junio de 2007. Seleccionado como Comisario de exposiciones, presentadas
por la Cámara de Comercio de Tenerife, en la Bienal de Arte Dak’Art, de Senegal, para
las ediciones de 2004, 2006 y 2008. Encargado de la puesta en marcha y primer
Director de la Fundación Cristino de Vera, con sede en La Laguna, desde julio de 2009.
Ha ejercido y ejerce la crítica de arte y el comisariado de exposiciones en medios de
comunicación y en espacio de arte de toda Canarias. Su más reciente comisariado ha
tenido lugar, en el presente año 2021, para el Centro Atlántico de Arte Moderno
CAAM, de Las Palmas, con la exposición JOSÉ MARTÍN.


Arte y Canarias – blogger: celescelso.blogspot.com

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