“Escribimos sobre el pequeño mundo en el que nos movemos y en el que somos” Covadonga García Fierro

La Revista Trasdemar prosigue la estela de las revistas de vanguardia, que a lo largo del siglo XX realizaron encuestas a creadores de la época para favorecer el debate y el diálogo en el panorama literario y cultural
Covadonga García Fierro (Foto: Sara García)

Presentamos en la Revista Trasdemar la entrevista con la autora Covadonga García Fierro a quien agradecemos su colaboración en nuestra encuesta internacional dedicada a la insularidad

Existen autores y autoras de la tradición literaria canaria que han influido en mí como lectora. Por ejemplo, Alonso Quesada y Acerina Cruz, con sus particulares formas de escribir sobre el turismo. Elsa López, en cuya poesía descubro las adelfas y el mar adquiere un simbolismo ambivalente, pues rodea la isla, la atrapa, pero al mismo tiempo nos ofrece la libertad, el horizonte. Josefina de la Torre, con sus poemas sobre las playas, la luz y la infancia.

COVADONGA GARCÍA FIERRO

La isla como espacio de creación

¿Qué representa la insularidad para su génesis como autora? Háblenos de su experiencia creativa en el ámbito de la escritura: ¿cuáles fueron los orígenes de su proceso de producción literaria?

El mar, el sol y la luz son elementos muy presentes en mi poesía. Sin duda, el paisaje que me rodea forma parte de mi escritura. Observar las gaviotas, percibir el calor del sol en la piel, deleitarme en la luminosidad de los días claros o escuchar el sonido del mar son experiencias estéticas y vitales. Creo metáforas e imágenes en la escritura que son fruto de mis estados de ánimo y de mi relación con el paisaje. Cuando comencé a escribir, el elemento natural que más me inspiraba era el mar, con diferentes significados. Luego, se sumaron otros símbolos como la luz o las aves que se pueden observar en la costa.


La isla como lugar de influencias

¿Cuál es su relación literaria con la experiencia de la insularidad y las influencias recibidas de la tradición o las tradiciones culturales de su lugar de origen?

Existen autores y autoras de la tradición literaria canaria que han influido en mí como lectora. Por ejemplo, Alonso Quesada y Acerina Cruz, con sus particulares formas de escribir sobre el turismo. Elsa López, en cuya poesía descubro las adelfas y el mar adquiere un simbolismo ambivalente, pues rodea la isla, la atrapa, pero al mismo tiempo nos ofrece la libertad, el horizonte. Josefina de la Torre, con sus poemas sobre las playas, la luz y la infancia. Pedro García Cabrera, en cuyas obras de poesía y ensayo están tan presentes el paisaje isleño y la reflexión sobre el mismo. Pino Ojeda, que ha llenado de árboles, raíces e higueras sus versos; y de volcanes y océanos sus cuadros. Iván Cabrera Cartaya, poeta que canta al verano y a las estrellas de la noche. Todos estos autores y autoras -y muchos más- han dejado en mí una impronta. Como lectora, me han hecho disfrutar de la buena literatura evocando los paisajes que compartimos.


La isla como proyecto cultural

¿De qué modo considera el valor de la isla o del archipiélago en su propia cosmovisión literaria? ¿Qué opina acerca de las semejanzas y los parentescos entre su lugar de origen y otros territorios insulares?

No creo que haber nacido o haber crecido en Canarias automáticamente sea sinónimo de tener una cosmovisión literaria propia y diferenciada. Pero sí pienso que crecer rodeada de un determinado tipo de paisaje repercute en las imágenes que se utilizan al escribir. Por ejemplo, Pino Betancor o Digna Palou hacen referencia a los ríos en su literatura, igual que yo, porque hemos vivido una parte de nuestras vidas en la península y conocemos los ríos. Pero otros autores canarios que jamás hayan visto un río, probablemente, tampoco lo utilizarán en sus versos. Harán mención del mar, de los volcanes, de la vegetación isleña. Pero sería extraño o al menos curioso que cantaran a los ríos si nunca han sumergido sus manos en uno. Los poetas escribimos sobre lo que percibimos, sentimos y amamos. Escribimos sobre el pequeño mundo en el que nos movemos y en el que somos. Y el paisaje forma parte de ese mundo.


La isla como punto de referencia

En su opinión, ¿el paisaje contribuye a la formación de una estética de la insularidad? ¿Qué aspectos considera más relevantes en la mirada hacia la insularidad desde la literatura o el arte?

El concepto “estética de la insularidad” me resulta dudoso y muy abstracto. Creo que el paisaje que nos rodea influye en los elementos que decidimos nombrar para crear un poema. Como decía más arriba, si un canario jamás ha visto correr un río, probablemente elegirá otros elementos de la realidad que sí conoce -el mar, las montañas, los árboles- a la hora de expresar la realidad. Pino Ojeda pintó unos paisajes impresionantes cuando estuvo en Laponia. Le impresionó muchísimo la nieve y quiso pintarla. Quizá, si nunca hubiese estado en Laponia, tampoco la habría pintado. En Canarias no hay nevadas como en Laponia. Sin embargo, Pino Ojeda, que nació y vivió siempre en Canarias, incorporó este elemento a su obra creativa tras aquel viaje. ¿Esto forma parte de la “estética de la insularidad”? Creo que es un concepto que suena muy bien pero que en la práctica no existe. Creamos a partir de los elementos que conocemos, sean “canarios” o no.


La isla como vía a la universalidad

¿Cómo le gustaría definir la identidad insular? ¿En qué medida las diversas formas de la movilidad humana, como las migraciones o el turismo, influyen sobre la creación literaria en las islas? Desde su perspectiva, ¿qué lugar ocupan las nociones de cosmopolitismo y universalidad en la cultura insular de cara al futuro?

Prefiero no utilizar el concepto “identidad insular”. No soy nacionalista ni nada por el estilo. Considero que toda la humanidad somos un gran conjunto de personas que llevamos en nuestra genética raíces de numerosos lugares, culturas y formas de ver el mundo. Somos mezcla. Por ejemplo, yo soy canaria y lo seré siempre. No acepto que nadie me diga lo contrario. Pero nací en Asturias, a la que también evoco en mis versos. Mis abuelos eran asturianos y vascos. Y mis bisabuelos eran suizos. Uno de mis platos favoritos es el sushi, aunque también me encantan los crepes y la tortilla española. Adoro la literatura inglesa y suelo escuchar música italiana. Los dispositivos electrónicos que utilizo a diario han venido de China y cuando era pequeña, en Adeje, solía ir con mis amigas a pedir caramelos en Halloween, que es una tradición estadounidense. ¿Identidad insular? ¿Qué es la identidad insular? Amo el archipiélago en el que vivo, su paisaje, su cultura popular, pero no considero que exista una “identidad insular pura e intacta” en este mundo globalizado. Existen tradiciones y costumbres, folclore, patrimonio material e inmaterial muy valioso, por supuesto, pero la universalidad es un hecho. Insisto: somos mezcla. Es cierto que a veces topamos con realidades endogámicas o localistas, pero en general, considero que Canarias es un archipiélago abierto al mundo, cosmopolita, universalista, que siempre ha bebido de otras culturas en la creación de la suya propia. Este debate quizá tuvo sentido durante las vanguardias, pero hoy en día me parece un debate superado.


Covadonga García Fierro es filóloga hispánica (Premio extraordinario fin de carrera). Cuenta con el Máster en Teoría e Historia del Arte y Gestión Cultural (Premio extraordinario fin de máster) y con el Máster en Formación del Profesorado de Secundaria, Bachillerato, FP e Idiomas. Profesora de Lengua y Literatura y de Prácticas Comunicativas y Creativas en Secundaria, ha publicado varios trabajos de investigación literaria, entre los que destacan los que ha dedicado a la escritora Pino Ojeda, figura en la que se ha especializado: “La violencia en la novela de Pino Ojeda: un retrato de la sociedad española de postguerra” en el libro Veinte escritoras canarias del siglo XX (2019, Ediciones La Palma) y “El matrimonio, el amor, los celos, la violencia: una lectura con enfoque de género de la obra de teatro El gran cobarde [1954], de Pino Ojeda”, en el libro Incómodas. Escritoras españolas en la época franquista [1939-1975] (Editorial Eolas, 2020), además de haber realizado la coordinación editorial y de ser autora de varios textos de la revista divulgativa Pino Ojeda. Te busqué por los sueños (Gobierno de Canarias, 2018). En 2016, el periódico El Día le concedió el Premio Antonio Rumeu de Armas de investigación histórica. Como autora, ha publicado los libros de poesía Almario (2015) y Genética del llanto (2019), ambos con Ediciones La Palma; y el libro de relatos La mujer loca (2019, Fundación Mapfre Guanarteme). Asimismo, ha ganado varios premios literarios, entre los que destacan el Premio Internacional de Poesía Yolanda Sáenz de Tejada (2014) o el accésit del Premio Félix Francisco Casanova (2016). Tiene una amplia experiencia como correctora de libros para distintas editoriales, así como en el Parlamento de Canarias, donde trabajó durante el año 2017 como correctora de estilo becaria. En cuanto a su faceta como gestora cultural, durante 2015 y 2016, fue la secretaria y la gestora cultural corresponsable de la Sección de Literatura y Teatro del Ateneo de La Laguna. Además, durante el año 2018 trabajó en la empresa pública Canarias Cultura en Red, SA como gestora cultural becaria, participando en los procesos de edición de libros, en la gestión y la producción de eventos teatrales y musicales y ofreciendo apoyo en la gestión de redes sociales corporativas. Ha ofrecido numerosas conferencias y ha participado en varios congresos nacionales e internacionales de investigación literaria y didáctica de la literatura. Asimismo, colabora habitualmente en el suplemento cultural El Perseguidor, de Diario de Avisos, donde publica reseñas y artículos de carácter divulgativo.

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