Yanier H. Palao, poeta de las atmósferas

Este poeta se propone una literatura donde el sujeto construye su experiencia a través de la descripción de imágenes gráficas, no de conceptos o teorías. Es una escritura de la forma, de las figuraciones.
Yanier H. Palao (Holguin, 1981)

Presentamos en la Revista Trasdemar a nuestro colaborador Yanier H. Palao, polifacético autor cubano a quien damos la bienvenida. El texto de presentación es cortesía de Osmel Almaguer, Hablemos Press


Yanier H. Palao es una de la voces bien definidas dentro del concierto actual de la poesía cubana. Insertado en la llamada Generación 0, que agrupa la vanguardia de los jóvenes escritores éditos a partir de los 2000’.
Tiene entre sus obras más representativas: A la Intemperie (2010), y Esteros (2013) con el que recibiera el Premio Calendario.
Este poeta se propone una literatura donde el sujeto construye su experiencia a través de la descripción de imágenes gráficas, no de conceptos o teorías. Es una escritura de la forma, de las figuraciones.
Quien lo lee, no puede sustraerse a la sensación de estar frente a una gran pintura que ilustra lugares, apariencias, acciones, modos de vida, destacando la sensibilidad de lo caduco, lo agreste, lo oxidado. Le concierne a Yanier representar la decadencia, el dolor, las variaciones, ¿acaso de su propia vida?, ¿la de su país?
Yanier ha sufrido los síntomas de la intemperie. Sabe lo que es pasar una noche sin techo pero no por ello renuncia a sus propósitos. Se inserta en la vida amarga de La Habana, en sus olores rancios, camina por el puerto donde los estibadores sudan y levantan los restos del país.
Ha dormido a la intemperie y alimentado de panes baratos. Se ha confundido entre la gente que deambula, que lucha de día y de noche. “Amo a esa señora”, expresa, señalando a una anciana que vende misceláneas en una sucia esquina de la calle Ejido.
Las imágenes que crea también pueden sugerir el color de las hojas en otoño, las telas de araña en las esquinas de la casa, justo allí donde parece que la vida se acaba o necesita un cambio drástico.
Un discurso conversacional le permite incluir en sus textos apreciaciones poco convencionales. Con ello, trasciende el límite de lo poético, coquetea con las márgenes de lo narrativo.
El sujeto lírico no se plantea demostrar una tesis, sino que se burla del llamado poema redondo (entiéndase: el fin formal y conceptual de una idea planteada).
No pretende llegar, con cuanto describe y cuanto enuncia, a un punto definible; persigue más bien una atmósfera. A veces, tenemos la impresión de que podría no acabar, o que el fin, sencillamente, lo decidimos nosotros.


Yanier H. Palao. Escritor y artista visual. Miembro de la UNEAC unión nacional de escritores y artistas de Cuba.  (Cuba, 1981)

Ha publicado los cuadernos de poesía: Sombras del solo, Ediciones Holguín, 2005; Peces en bolsas de nylon, Ediciones Ávila, 2009, Premio “Poesía de Primavera” de la A.H.S en Ciego de Ávila, 2008; Música de fondo, Ediciones La Luz, 2010; A la intemperie, Ediciones Holguín, 2011, “Premio de la Ciudad”, Holguín, 2010, y “Premio Puerta de Papel”, del Instituto Cubano del Libro, 2013; Vaciados, Ediciones Aldabón, 2011, “Premio Cauce”, UNEAC Pinar del Río, 2010; Esteros, Editorial Abril, 2013, “Premio Calendario” en Poesía, 2012. Recibió la beca de creación literaria que otorga el proyecto “Torre de Letras”, que dirige la escritora Reina María Rodríguez, 2016. En el 2018 publicó Óxido por Letras Cubanas. Es director de arte de la editorial  PlumAndina. Sus manos han envejecido prematuramente por la antigua que realizaba (restaurador). Sus manos han acariciado más la piedra de cantería, el yeso, la paredes de adobe, la pintura mural, la rejas de hierro, que la piel humano. Le interesa lo escondido, lo enterrado, recoger fragmentos, desechos, con ellos construye artesanías que después vende. Le hubiera gustado ser arqueológico.

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