“Imaginario insular y geoestrategia” Por Cristina R. Court

En palabras de Cristina R. Court " navegamos como imaginario atlántico en estas controversias, cuestionando la matriz telúrica, los modelos de pertenencia, los relatos de la singularidad, descubriendo múltiples enfoques de la realidad cartográfica. Afrontando nuevos códigos que atestiguan esta narración de la diferencia, del mestizaje y la hibridación, desde otras premisas que no consideren la arrogancia de creer que nuestro artefacto habla por el otro"
Cristina R. Court (Fotografía de Nacho González)

Desde la Revista Trasdemar damos la bienvenida a nuestra colaboradora Cristina R. Court (Las Palmas de Gran Canaria) Ensayista, narradora y poeta. Vinculada al mundo profesional de la museología, comunicación, literatura, crítica de arte, biblioteconomía. Licenciada en Filosofía Pura y Periodismo. Trabajó en medios audiovisuales y escritos de Canarias. Coordina el Laboratorio de Investigación del Centro Atlántico de Arte Moderno-CAAM. Nos presenta en el marco de nuestro aniversario, un ensayo sobre el imaginario insular y el tropismo diferencial y el universo atlántico de los discursos y las narrativas en la literatura y el arte de las islas


Las narrativas desde Canarias participaban del referente ficcional espacial y temporal de la isleidad en un sentido meta historiográfico a lo largo de cinco siglos de rica tradición de poéticas de “lo exótico”. En la actualidad podemos atisbar un acelerado despojamiento de contextualizaciones de la telúrica teleología de lo insular.

Los imaginarios insulares se constituyen a partir de un estatuto poderoso, heredero de las culturas de todos los continentes. Si alumbramos sobre el estudio de esta producción cultural, veremos artefactos y entidades excéntricas, desubicadas, desplazadas del orden y la génesis del poder. Nos acercamos al discurso de proscripción, de la diáspora, el exilio, la deportación, constitutivos de los relatos de la migración atlántica. Imaginario que se expresa como una cosmogonía de diversos aportes sincréticos.

CRISTINA R. COURT

Interpelación al presente

La comunidad planetaria se inscribe, en estos tiempos de incertidumbre y extrañeza, en un sistema de contexto pandémico. Y los contextos colonizan la tradición visual y los imaginarios en un orbe globalizado por el drama. En un proceso intenso y acelerado además hemos tenido que repensar y reenfocar el mito del progreso, la épica de la aceleración, el ansia de la permanencia, la transición de la noción de ecología a la de ecosofía, la asunción de la diversidad como identidades en tránsito, y otras estrategias sociales de compromiso con la despatriarcalización que interpelan al presente.

Para intentar acotar este presente se parte de la percepción de que todas las disciplinas artísticas en general transitan por una profunda encrucijada. Estas voces insulares de la narrativa artística contribuyen a desmantelar obsolescencias y argucias neocoloniales, y contribuyen a cambiar los contextos y por tanto a sedimentar al presente. Las nuevas generaciones han apostado por la experimentación y la investigación en torno a la intimidad, el género, el cuerpo, la acción social, la identidad, el otro. Una resignificación que participa de los nuevos medios tecnológicos y las nuevas reconsideraciones sobre el estatuto de la imagen y la cultura visual, insertándose con naturalidad en la comunidad artística global.

Se trata de voces del discurso y la práctica artística que provienen de una cierta heterodoxia “ultraperiférica” como praxis reguladora del sistema arte. Voces del acervo visual, literario, musical que han cuestionado las relaciones de servidumbre entre los centros emisores del saber canónico y las periferias emergentes, respaldando el discurso de la diferencia, la pluralidad, la diversidad y los desplazamientos de las supremacías culturales. Y por tanto la legitimación de las prácticas artísticas, los nuevos soportes, dispositivos, artefactos, su traslación al espacio público, su ubicación en el mercado, es cada vez más migrante, móvil, fluida entre lo local y lo global, dos categorías que ya no se interceptan en el escaneo del presente. Han potenciado la práctica intercultural como estrategia de intercambio, hibridación, apropiación, dotando al artista de una identidad transnacional de propiedades ingobernables. Y este relato de lo local inserto en lo global constituye un modelo que se complementa con este nuevo estatuto global, y constituye un poderoso archivo sin fronteras.

Lo apuntaba ya a principios del milenio el antropólogo Arjun Appadurai , “…emergen otras formas alternativas de organización del tráfico de recursos, imágenes e ideas…” Los artistas del presente que custodian el relato de este sedimento, trabajan con las nociones de un mundo multipolar, donde se desjerarquiza, se descentra, se deslocaliza y reconfigura el espacio de referencias críticas, discursivas e iconográficas.


Transversalidad

En un mundo en el que nuestro capital social viene determinado por la inmersión digital que se apropia de nuestro tiempo de creación, la virtualidad nos organiza nuestra vida para generar rendimientos relacionales. En el orbe digital nunca dejamos de producir y de autoproducir identidad.

Para cartografiar el imperativo de este presente al que hemos aludido, acudimos a parte del repertorio de temáticas que abordan hoy las voces de este relato aproximativo. Se trata de un repertorio de “problematizaciones” que conciernen a las alertas de la comunidad global como, los retos de la circulación de personas y culturas, las estrategias de la sostenibilidad, el cambio climático, el territorio, la arquitectura y el paisaje, la estética de la resistencia, el disenso y la pérdida de lo público, las nuevas formas de narrar en la era de las redes globales y la dimensión transversal del arte contemporáneo, entre otros.

El artista insular del presente, por tanto, aspira y participa en la cultura del proyecto de la red de redes. Participa desde su peculiaridad en la revisión de los lenguajes visuales y en la exploración del conocimiento de las tecnologías de la comunicación, desbordando el ámbito de los recursos meramente artísticos.

Desde el posicionamiento de los intelectuales canarios en torno a la Revista Gaceta de Arte en el año 32 del siglo pasado, -auténtico proyecto de la migración de la diferencia de los movimientos insertos en las vanguardias artísticas europeas- y referencia ineludible del constructo fundacional de un laboratorio de prospección artística universal en las Islas Canarias ; hasta las actuales generaciones de creadores insulares, se ha transitado por una complejísima reconstrucción del saber normativo.

En medio de este fascinante proyecto del sincretismo y la hibridación entre lo local y lo global han destacado antecedentes notables de sujetos concretos, instituciones, eventos y dinámicas concretas propiciadoras de la ingente proliferación de artistas interdisciplinares que, más allá de las inconveniencias de la geografía y el descentramiento, cuentan ya para la comunidad global.

Las narrativas desde Canarias participaban del referente ficcional espacial y temporal de la isleidad en un sentido meta-historiográfico a lo largo de cinco siglos de rica tradición de imaginarios y poéticas de “lo exótico”. En la actualidad podemos atisbar un acelerado despojamiento de contextualizaciones de la telúrica teleología de lo insular. Las narrativas y la poesía de los últimos años dialogan consigo misma y con el mundo. Se insertan en el espacio comunal y no se resisten a relatar la existencia desde nociones interculturales, como contundentes signos de permeabilidad y universalidad.

Una nueva generación “en construcción” de poetas, novelistas, ensayistas, se dan cita en el concierto del mundo de la ficción, la poesía y el pensamiento. Y aspira desde su producción a dialogar en simetría con el resto del universo. Aportan un sedimento “arqueológico” de imaginarios de la singularidad y son herederos en el presente de todas las culturas del mundo.

Sabemos a estas alturas que teníamos que metabolizar los nuevos discursos deconstructivos, poscoloniales, geopolíticos que protagonizan la escena actual del arte y la cultura, y toda la pluralidad de enfoques en torno al cuerpo, lenguaje, territorio, identidad.

No hay vuelta atrás de este viaje. Tras esta travesía por los saberes se descubre la alteridad, el quebranto de las jerarquías, otra forma de mirar, interrogar y narrar al signo artístico. La filtración de esta ardua y delicada ecuación del entendimiento testimonian al artista insular, su navegación, acoplamientos y sus naufragios.

El imaginario atlántico ya no se percibe como periferia sino como centralidad que emite discurso propio, viabilizando presencias antes excluidas, narraciones en los márgenes que se integran en la comunidad global. El signo artístico se inscribe en la trama de las conquistas, emergencias de identidades múltiples que no se combaten, sino se complementan en esta coexistencia intercultural.

Sin embargo conviene recordar por otro lado que globalización quiere decir que nuestro disenso está integrado en la estrategia de reproducción salvaje del relato del poder. Quiere decir que el signo artístico de las ínsulas está atrapado entre tantas fuentes legitimadoras, la paradoja de encarnar la demanda de lo “exótico” que exige el orden del mercado para validar su aparente diálogo en la simetría. Que habría que poner bajo sospecha la noción ingenua del “diálogo entre culturas”. El marco es el neoliberalismo y el paradigma artístico participa de su propia arbitraria tradición filibustera.

En fin, navegamos como imaginario atlántico en estas controversias, cuestionando la matriz telúrica, los modelos de pertenencia, los relatos de la singularidad, descubriendo múltiples enfoques de la realidad cartográfica. Afrontando nuevos códigos que atestiguan esta narración de la diferencia, del mestizaje y la hibridación, desde otras premisas que no consideren la arrogancia de creer que nuestro artefacto habla por el otro.


Sedimento de un tropismo diferencial

Para abordar una aproximación a la cartografía de las prácticas artísticas en el presente de este territorio insular y fragmentado, nos ocupamos inicialmente como dato contextualizador, de algún ejemplo “exótico” de esta fenomenología histórica diferencial, a través de los antecedentes corsarios. Para entender así la fabulosa urdimbre que va tejiendo un imaginario de la insularidad y la singularidad, en medio del Océano Atlántico.


Primeros años del siglo XVI: la Corona Castellana conquista las Islas Canarias y los señores de las islas realizan incursiones violentas o cabalgadas depredadoras a Berbería, en la costa noroccidental africana. 1569, el corsario Calafat de Salé ataca y ocupa la isla de Lanzarote. 1595, la Corona encarga el censo de los moriscos a la Inquisición y la mitad de la población de Lanzarote, un tercio de la de Fuerteventura, de Gran Canaria, de Tenerife o de La Palma tiene origen morisco. 1749, última invasión argelina a Lanzarote que fue incendiada. Miles de isleños serían esclavizados y como cautivos vendidos en el mercado de esclavos de Salé.

Por tanto, estas migraciones dolientes y fundacionales de ida y vuelta, de violenta tolerancia e intolerancia, conforman esta trastienda histórica que permiten atisbar en el presente la complejidad desde la que se va adecuando el estatuto de una población, sus múltiples mentalidades y peculiares imaginarios en el concierto de la comunidad global.


Archivo Atlántico

Para entender parte del proceso de sedimentación de este tropismo habría que acudir a lo que ya definieron historiadores como Rumeu de Armas o el filólogo Juan Manuel García Ramos como un “imaginario atlántico”: un complejo dispositivo cultural que trae a escena un cruce de miradas entre tradiciones y constelaciones difícilmente canónico. El estatuto cultural múltiple del Atlántico se percibe también como relato de la migración atlántica y deviene como espacio de negociación entre diferentes puntos de vista de la identidad y la alteridad. Las Islas Canarias inscritas en el Atlántico devienen sincretismo cultural sustentado en la violencia de la plantación esclavista, el corso y la piratería, el logos de la colonización y la fabulosa maquinaria de la exclusión. El descubrimiento de una otredad, que a su vez fue ignorancia de la alteridad por asimilación.

El imaginario insular se constituye en dependencia histórica con los centros emisores del saber y la reglamentación de su “archivo”. Y se constituye artefacto híbrido cultural tras el traslado de la tradición hegemónica. Esta deriva mestiza constituye el valor de una peculiaridad y una extrañeza que se ha ido modulando por cruces, excepciones y modelos de pertenencia múltiples. Una diversidad cercada y abierta por el renacimiento ajeno, la violencia del mar y otras encrucijadas de la geoestrategia.

Este extraordinario paradigma es el que dota al creador y al pensador de una densidad estratificada, un imaginario capaz de fundar un mundo de narraciones singularizadas. Los relatos que se derivan de este fructífero magma trasladan, pues, a la iconografía, los arquetipos o ficciones de este “desorden”, el conflicto histórico entre esta dependencia, su emancipación, la diferencia y sus patologías.

Los géneros artísticos se implantan entonces como artefactos, textos rizomas y urdimbres ultramarinos, como el propio trasiego del Atlántico. Y ahí estamos los canarios, caribeños, macaronésicos, afroatlánticos, desde un estatuto poderoso, heredero de las culturas de todos los continentes.

Si alumbramos sobre el estudio de las figuras, los temas y los conceptos que representan y definen esta producción cultural, veremos entidades excéntricas, desubicadas, desplazadas del orden y la génesis del poder. Nos acercaremos al discurso de proscripción, de la diáspora, el exilio, la deportación, constitutivos de los relatos de la migración atlántica. Realidades que concurren en la fundación de este imaginario insular. Imaginario que no sólo se circunscribe a una entidad geográfica o identitaria, sino que se expresa como una cosmogonía de diversos aportes sincréticos que clama por una revisión crítica en tiempos de globalización y en tiempos de nuevas formas de asimilación y expolio.


[1] Arjun Appadurai, La modernidad desbordada. Dimensiones culturales de la globalización, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2001

[1] Miguel P. Corrales, Entre islas anda el juego, Teruel, Museo de Teruel, 1999

[1] Federico Castro Morales, La Imagen de Canarias en la Vanguardia Regional, Tenerife, Centro Cultura Popular Canaria, 1992

[1] Yolanda Arencibia, “Espacios para la Narrativa” en Literatura y Pensamiento. Canarias en el siglo XX, Las Palmas de Gran Canaria, Fundación Canaria Mapfre Guanarteme, 2004

[1] Anaya Hernández, L A., Moros en la costa. Dos siglos de corsarismo berberisco en las Islas Canarias (1569-1749), Las Palmas de Gran Canaria, Gobierno de Canarias, UNED, 2006

[1] Juan Manuel García Ramos, Por un imaginario atlántico, Ed. Montesinos. Barcelona. 1996

[1] Nilo Palenzuela, “Extrañezas Insulares” en  Islas Extrañas. Espacios de la imagen. Islas Canarias, Ed. CAAM. 1998 [1] Edouard Glissant, Introducción a una poética de lo diverso, Barcelona, Ediciones del Bronce, 2002



Cristina R. Court
Las Palmas de Gran Canaria


Vinculada al mundo profesional de la comunicación, literatura, crítica de arte,
biblioteconomía y museología. Licenciada en Filosofía Pura y Periodismo. Trabajó en
los medios TVE, RNE, CANARIAS7 y LA PROVINCIA, Canarias. Coordina el
Laboratorio de Investigación del Centro Atlántico de Arte Moderno-CAAM. Tesis
sobre “Imaginarios del Desorden en el Atlántico”. Aborda el ensayo, narrativa y
poesía.


Publicaciones individuales y colectivas


Archivo de Mudanzas, LPGC, 2021, A. Pardilla Visiones desde el Páramo,
“También somos lo que hemos perdido”, Fundación Mapfre Guanarteme,
LPGC, 2019; Paco Sánchez, “Estratos Paco Sánchez”, CAAM, LPGC, 2017;
Cher Boubakar, Casa África, LPGC, 2016; La séptima vida, Editorial Verbum, 2015;
Purorrelato, “Legado”, Ediciones Casa África, LPGC, 2014; “Voces de sentido

crítico en el CAAM 1989 – 2014 (selección)”, CAAM, LPGC, 2014; XX Coloquio de
Historia Canario Americana, “Ciudadanos del Océano Atlántico: la Macaronesia”,
Casa de Colón, LPGC 2013; Relatos de aire y otros tigres, Ed. Idea, 2011; El
Doble o Nada, Huerga y Fierro Ed., 2010; Centro Atlántico de Arte Moderno
(CAAM): elogio del museo y post-museo. 20 años de diálogo intercultural,
CAAM, Ediciones del Umbral, 2010; Horizontes Insulares, “Tropismo Islas
Canarias”, Seacex, Gobierno de Canarias, Madrid, 2010; 7.1, 8.1
distorsiones, documentos, naderías y relatos, “Un imaginario híbrido y
bastardo”, CAAM, 2009; Travesía, “Cronología inconclusa. Datos sobre la
inmigración en Canarias”, Casa África, CAAM, LPGC, 2008; 2.050 km de
palabras, Ed. Baile del Sol, 2008; Que suenen las olas. Relatos. Mujeres de
Marruecos y Canarias. Caja de Canarias, 2007; Ínsulas Encantadas, Anroart
Ed., 2005; Cartas al Quijote. Escritores y Pintores ante el IV Centenario.
Ayuntamiento de Telde, 2005; Escritos a Padrón. Textos de Autores Canarios.
Cabildo de Gran Canaria, 2004; Y si fueran gigantes, Ed. Centro Cultura
Popular Canaria, 2004; Constelaciones, Cristino de Vera, “Aquel aquello”,
Gobierno de Canarias, Madrid, 2003; Déniz & Luzardo, “El ojo del ciclón está
pensando”, CAAM, Ediciones del Umbral, 2002; Alta edad, mentías, Ed. del
Cabildo de Gran Canaria, 1999; La sonrisa sin gato, Ed. Gob. de Canarias, 1990.

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