“La Isla la lleva uno dentro, y la vierte en todo lo que hace. Sea cual sea el lugar donde viva” Yonnier Torres Rodríguez

La Revista Trasdemar prosigue la estela de las revistas de vanguardia, que a lo largo del siglo XX realizaron encuestas a creadores de la época para favorecer el debate y el diálogo en el panorama literario y cultural
Yonnier Torres Rodríguez (Cuba, 1981)

Presentamos en la Revista Trasdemar la entrevista con el autor Yonnier Torres Rodríguez (Cuba, 1981) a quien agradecemos su colaboración en nuestra encuesta internacional dedicada a la insularidad

La isla, y el mar como frontera visual, han funcionado como íconos de mi creación literaria. Tanto así que, aunque vivo en México hace algunos años, mis historias, inevitablemente, tienen lugar en Cuba.

YONNIER TORRES RODRÍGUEZ

La isla como espacio de creación

¿Qué representa la insularidad para su génesis como autora? Háblenos de su experiencia creativa en el ámbito de la escritura: ¿cuáles fueron los orígenes de su proceso de producción literaria?

Llegué a la escritura, como casi todos, producto del hábito de leer, desde niño he sido un lector acérrimo, recuerdo que cuando mi padre viajaba del centro de la Isla a la Habana por asuntos de trabajo (en la década del 80 viajar a la Habana era como visitar otro país) me preguntaba que regalo de la capital deseaba, yo siempre le pedía libros y revistas, esos libros, esas revistas que a duras penas llegaban al centro del país. Era una década de lujos literarios, de precios subvencionados y de editoriales soviéticas, colecciones y sellos editoriales que luego fueron desapareciendo. Así crecí como lector y pasada la adolescencia (y una docena de libros prohibidos leídos a escondidas) me atrapó el placer, la fiebre de contar mis propias historias. La isla, y el mar como frontera visual, han funcionado como íconos de mi creación literaria. Tanto así que, aunque vivo en México hace algunos años, mis historias, inevitablemente, tienen lugar en Cuba.


La isla como lugar de influencias

¿Cuál es su relación literaria con la experiencia de la insularidad y las influencias recibidas de la tradición o las tradiciones culturales de su lugar de origen?

Cuba es un país inmensamente rico, desde el punto de vista cultural. Desde niño quise dedicarme a una rama artística, pero todo, o casi todo, se me daba terriblemente mal, para el dibujo o las artes plásticas no poseía capacidades, el miedo escénico me impedía probar con el teatro, para la creación musical tengo el oído cuadrado, Dios no me obsequió con una buena voz, y aunque poseo algún que otro paso de baile aprendido en la adolescencia, como bailarín me moriría de hambre. Recuerdo que quise ser director de cine, con el tiempo y ese lastre de la ilusión llegó la poesía para salvar mi necesidad de expresión.

Poseo una larga lista de referentes, sobre todo nacionales, en la música toda una tribu de trovadores, desde la trova tradicional hasta la novísima, en la cinematografía la poética en los filmes de Fernando Pérez, en la literatura la obra de Heredia, de Virgilio y de Lezama Lima (y podría seguir anotando títulos o nombres durante toda la jornada, al parecer soy una persona muy propensa a las influencias)


La isla como proyecto cultural

¿De qué modo considera el valor de la isla o del archipiélago en su propia cosmovisión literaria? ¿Qué opina acerca de las semejanzas y los parentescos entre su lugar de origen y otros territorios insulares?

Las Islas poseen una suerte de encanto para los foráneos y una suerte de maldición para los residentes; para los foráneos es un lugar de descanso, de libertad de todo lo que lo ata a una vida continental; para los residentes es unos barrotes de mar infranqueables, o casi infranqueables, una suerte de encierro, tanto geográfico, como mental y cultural. A las islas llegan tarde las tendencias de la moda, llega tarde la tecnología y las noticias se solapan con lo vano y superfluo, con la modorra del trópico; a la Isla de Cuba le faltan puentes y le sobra desidia. A través de la creación literaria pudiera escapar, digamos, colocar mis historias en Antofagasta, New York, o Estambul, pero vamos, no es igual, con un mar de por medio la experiencia de mis personajes en tierras lejanas parecerían anécdotas extraídas de la internet. Los creadores tienen la costumbre de viajar: Jack London era un gran aventurero, Julio Cortázar murió en París, Roberto Bolaño vivió una buena parte de su vida en México; a los isleños no nos queda otra que diseñar malabares, subir a balsas, integrar caravanas, crear nuestros propios paisajes.  


La isla como punto de referencia

En su opinión, ¿el paisaje contribuye a la formación de una estética de la insularidad? ¿Qué aspectos considera más relevantes en la mirada hacia la insularidad desde la literatura o el arte?

Creo que la Isla la lleva uno dentro, y la vierte en todo lo que hace. Sea cual sea el lugar donde viva. Decía un amigo poeta que la edad en la cual se acumula y se absorbe el imaginario simbólico es a los siete años, en la niñez se llenan las arcas de aquello que nos acompaña durante toda la vida, de aquello de lo que jamás podremos desprendernos. Los paisajes insulares de nuestra niñez forman nuestro modo de ser, de hacer y de pensar ¿pudo sacarse de encima José María Heredia sus esplendorosas palmas mientras, desterrado, se alejaba de las costas de San Cristóbal de la Habana? ¿pudo desprenderse José Martí del sonido del viento entre las cañas de azúcar cuando daba arengas y discursos en el exilio? La isla la lleva uno dentro, aunque la cubra con la mejor chaqueta de cuero, esta clavada en el esternón y late cada segundo, recordándonos quienes somos, de donde venimos.


La isla como vía a la universalidad

¿Cómo le gustaría definir la identidad insular? ¿En qué medida las diversas formas de la movilidad humana, como las migraciones o el turismo, influyen sobre la creación literaria en las islas? Desde su perspectiva, ¿qué lugar ocupan las nociones de cosmopolitismo y universalidad en la cultura insular de cara al futuro?

A veces creemos (o más bien nos hacen creer) que nuestra ínsula, nuestro pedazo de tierra es el centro del universo, que todas las miradas están puestas sobre nosotros, que debemos estar preparados para un enemigo que acecha desde lo profundo en silencio y con paciencia, sobre todo con mucha paciencia y así nos pasamos la vida, preparándonos para algo que nunca llega a suceder. Cuba está signada por la migración (“la sobrevivencia radica en el movimiento, en no permanecer durante mucho tiempo en un mismo lugar”). En Cuba es muy doloroso hacer amigos, de repente se van y nunca los vuelves a ver, cuelgan sus fotos en Facebook, sonríen desde Italia, Montreal, Barcelona, San Juan de Puertorrico, Miami, California, se llevan un pedazo de la Isla, te llevan con ellos y te los llevas contigo, cuando finalmente decides marcharte.


Yonnier Torres Rodríguez es un sociólogo, poeta y narrador que se licenció en la Universidad de la Habana en el año 2005 y terminó su grado de Máster en la misma institución, en el año 2009. Nació el 30 de diciembre de 1981 en Placetas, Villa Clara (Cuba). Es graduado del Curso de Técnicas Narrativas del Centro Nacional de Formación Literaria “Onelio Jorge Cardoso” y es una de las voces más reconocidas en la literatura cubana contemporánea.

Ha obtenido medio centenar de premios y reconocimientos, entre ellos se destacan: Premio Nacional de Narrativa “Luis Rogelio Nogueras” 2010; Premio Nacional de Narrativa “Félix Pita Rodríguez” 2011; Premio Nacional de Novela “Fundación de la Ciudad Fernandina de Jagua” 2011; Premio Nacional de Narrativa Calendario. 2011; Premio Nacional de Narrativa “Eliseo Diego” 2012; Beca de Creación de Novela Frónesis, 2014; Premio de Narrativa “Reina del Mar Editores” 2015; Beca de Creación de Poesía “Prometeo”, 2016; Premio Nacional de Poesía “América Bobia” 2016; Premio nacional de Poesía Calendario 2017; Premio internacional de poesía “Diario Jaén” 2018.

Entre sus títulos publicados se encuentran los libros de cuentos “Esto funciona como una caja cerrada” (2011); “Elementos comunes” (2011); “La oscura superficie” (2012); “El juego perfecto” (2013); “Puntos de Luz” (2014); “Quinientas formas de morir” (2015); “La estrategia del ciempiés” (2017); “El año del tigre” (2018), las novelas “Cerrar los puños” (2013); “Azul pálido” (2016); “El show de Terry Hackman” (2017); “El ojo del ciclón” (2017) y los poemarios “Dios no me tiene en cuenta” (2018) y “Postales de Varadero” (2018).

Ha participado en las Ferias Internacionales del Libro de la Habana y República Dominicana, así como en las subsedes de Santa Clara, Cienfuegos, Ciego de Ávila, la Isla de la Pinos; en los Festivales Mangle Rojo, Isla de Pinos (2014, 2015, 2017), Celestino, Holguín (2013 y 2017), Cruzadas Literarias, Camagüey (2014,2016), Portus Patris. Las Tunas (2015, 2016), Las romerías de mayo, Holguín (2014), Jornadas de la Canción Política, Guantánamo (2016), Emilio Ballagas, Camagüey (2016), Letra de Molde (Pinar del Río, 2017) y San Miguel Writers Literary Festival (2020).

Actualmente reside en el sureste de México e imparte clases de Literatura en varios centros de enseñanza.

2 comentarios

  1. La literatura en Yonnier se da de manera natural y es una necesidad vital y cuando lees sus cuentos y poemas por muy diversa y universal que parece la historia o las metaforas se aprecia su cubania y no pudiera ser de otra manera las acampadas, los festivales, los concursos, los desfiles, las marchas, las BET, las escuelas, el servicio militar y la UH marcan la vida y te hacen un ser con muchos elementos comunes a los demas pero al mismo tiempo unico e irrepetible; confio en su talento creativo en su perseverancia y dedicacion que lo impulsan a escribir, a soñar a vivir. Felicidades mi hijo.

  2. Pablo Rodolfo Alemán
    Pablo Rodolfo Alemán

    Soy escritor también y de tú país de origen Cuba pero mas que eso amigo y colega de tus padres estudiamos juntos en Santa Clara y quisiera tener contacto contigo y tus padres , mi esposa también estudio con tus padres en la misma aula un fuerte abrazo para la familia Baby y Aleman

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