“Ella es frontera” Poemas de Pilar Rodríguez Aranda

En la Revista Trasdemar difundimos la creación literaria contemporánea en español
Fotografía cortesía de la autora para Trasdemar

Presentamos en la Revista Trasdemar una selección poética de nuestra colaboradora Pilar Rodríguez Aranda (México, 1961) Poeta Beat Laureada Internacional–México. Ha publicado en decenas de revistas y antologías, y participado en múltiples encuentros y festivales de escritores en diferentes ciudades de México, Estados Unidos, Brasil, Ecuador, Italia, Cuba y Egipto. Fue becaria del IMCINE y del FONCA, entre otros, y sus videos han sido premiados y exhibidos en festivales y museos de Europa y el continente americano. Forma parte del consejo consultivo de Writing for Peace y es miembro fundador del movimiento global 100 Thousand Poets for Change. La autora residió en EEUU por un total de 13 años. Originaria de la ciudad de México, ha vivido en otras ciudades del país; radica en Tijuana desde el 2016. Varios de sus poemarios están disponibles en forma electrónica en Amazon, y su trabajo en video está disponible en youTube. Compartimos la muestra poética de obra publicada e inédita en nuestra sección “Telémaco” de literatura contemporánea

El recuerdo del mar casi omnipresente, constante

en su extensión ruda y norteña

PILAR RODRÍGUEZ ARANDA

Telepoema II: Austin, Tejas

Church’s Fried Chicken $7.99
Gallinas. Vivitas y sanas
para que se nos antoje matarlas
y luego comerlas por sólo
siete noventa y nueve.
Una mujer bailando La Bamba
con muy “poco de gracia”
y otros grititos
¡Ay! Arriba y arriba en otro canal
sigue el debate sobre Elvis
y su upcoming anniversary
of death. Extrañas Tradiciones.
Idolatrar a humanos muertos.
Como gallinas.
Puritito Kentucky Fried Fiction.


La Nuez. Revista de Arte y Literatura, Año 2. Números 5 y 6. Cd de Nueva York, NY, EUA 1990. ISSN: 0898-1140


Exiliado

Has dejado los pasos y rostros del pasado,
tan sólo escoltas la memoria extinguida.
El tiempo es enemigo y héroe será
aquél que construya del recuerdo un nuevo sueño.
Tu mirada vasta, horizonte sin retorno,
ha quedado solitaria, sin sonrisa.
porque hoy uno no es tan sólo invento,
se es cuerpo del ayer, desde lo eterno.
Tu voz no halla eco en el callejón extranjero.
Tus manos aprenden en la soledad forzada.
Imaginas lo imposible y reclamas lo negado.
Tu oído añora lo ausente: la pausa del acento hermano.
Alguna vez aullido entre mortal silencio
zumbaste exigencias al oído de los mudos.
Hoy te adaptas al vacío y hasta lo nuevo amas,
otros silencios, otras montañas, geografía y dolor ajenos.
Imagen de lo innato, llamada en llamaradas,
tierra de aquella muchacha, suelo de tu murmullo.
La esperanza del retorno inserta en un cajón
que abres dolorosamente a medias, a medianoche.

Chiricú. Vol. 6, No. 2. Chicano-Riqueño Studies. Indiana University, Bloomington, IN, EUA, 1992


La mala del cuento

Ando contando a otros mis demonios y mis penas
De como tú, desde una nube férrea
con hábiles palabras me golpeas
Enfrente de tu hija
me censuras y me atribuyes desvergüenza
Y yo, balanceándome sobre un guijarro
permito esa y otras tantas insolencias

Me recuesto sobre un sofá de frío cuero
Mientras que tú, ajeno a mi deshuesamiento
me reprochas que mi sexo no esté abierto
Enfrente de tu hija
me magullas y sacudes como toro ciego
Y yo, a defenderme con las uñas me abalanzo
para que me riñas por no ser de alambre y yeso

Como tus mujeres anteriores me descuido
Así tú, goloso, ególatra y envanecido
me devoras y me niegas en castigo
Enfrente de tu hija
mi ego de barro rompes en añicos
Y yo, en un lamento seco y vasto
te pido no me dejes a la orilla de este abismo

Sigo anudada con bebé entre brazos
Y tú, en el verdor amable de la yerba, ensimismado
me acusas de tu dolor y tu silencio amargos
Enfrente de tu hija
me atacas con la fuerza del verraco
Y yo, agotada de esta lucha dispareja
caigo para continuar en este círculo cerrado.

Asunto de mujeres. Cascada de palabras cartonera. Escritores en su tinta Vol. 3. Cd. de México 2011


Ella es frontera

No hay coyote
que valga
no la puedes alcanzar
sin su permiso
Su boca
es la inmigración
sin burocracia

Ella es
frontera
de pies a cabeza
Río, cañón, montaña
Horizonte arcano

Pasaporte
a mano
podrías explorar
su superficie
Ratificar
los puntos de interés
Cruzar más de una vez
las líneas divisorias

Ella
es frontera
Es territorio
distinto
y otro
No es tuyo
ni podrás
La pretenderás
habitar
Siempre serás
viajero
entre sus piernas
familiar extraño
La cola del cometa

Ella será tu frontera.

Revista Once. La Otra Esquina Ediciones, Diciembre 2012


Corrido de hembra

Recorro una casa oscura cuyas paredes
Despliegan el linaje de mi hembraje
Ventanas hacia mi imaginario viaje
La casa es mi alma, es mi cripta

Despierto entre sonidos matinales
Rumores de palomas, jugueteo de ardillas
Doblar de campanas que marcan
El paso amplificado del día

En la terraza, la palomina y el vómito
Del gato que se tragó a la cría
Naturaleza de ciudad casi muerta
A la que vuelvo con mi silencio

Camino soledosa entre los hombres
Bajo lluvia calabobos que despierta
El ignipotente sueño de la nostalgia
Sonrío aún con la daga en la herida

Vivo en ecoicos pasillos donde pocas
Se aventuran por no querer sentir
Entre las sienes el mediado deber
De saber ser mujer

Escucho de nuevo las campanas
Anunciando ya la medianoche
Braman mis tripas queriendo verter
La sangre que no se atreve

Dicen que soy valiente y yo
Yo solo sé que soy
Lo agradezco porque es lo único
Es lo único que sostiene mi voz.

Yo Soy Mujer. Antología Poética del Movimiento Mujeres Poetas Internacional, Jael Uribe, Ed. lulu.com, p 314, 1a edición, 2012 ISBN 9781300181927


No es que quiera obsesionarme

No es que quiera obsesionarme
pero cuándo
dejaré de escuchar
noticias absurdas y violentas
(penetración en todos los orificios)
En todos
En todas

Cuándo
dejaré de leer
sobre feminicidios irresolutos
(sospechosos en camionetas negras)
La esperanza ennegrecida
Negro el futuro

Cuándo
dejaré de enterarme
de números y estadísticas
(Más años de cárcel recibe un ladrón
que el asesino de su mujer
si se sospecha que ha sido infiel)

Cuándo
dejaré de conocer
los detalles de sus muertes
(acuchillada 57 veces)
Violada
Torturada

Cuándo
dejaré de alterarme
al imaginar su mirada
su ignorancia y su inocencia

Cuándo
dejaré de creer
que para ser mujer hay que negarse
(no salgas, no vistas, no seas)
que si te atreves a afirmarte
te obligan a callarte
te golpean, te matan
y al final
te culpan

No. No me quiero obsesionar
pero cómo
dejar de pensar
que esos asesinos victoriosos
(que no pueden ser hombres)
existen en la misma superficie
y respiran el mismo oxígeno

Siento que va a caer
una lágrima, pero en vez
bien adentro, algo se endurece

La piedra de la fe, lava
que se enfría
cuando debiera explotar y derretirlo todo

pero para ello, necesitaría un poco más de ternura…
Si no, cómo
podré entonces soltar
esta desesperanza endurecida
para que no me rasgue por dentro
como hicieron con ellas
Todas ellas…

¿Cómo fue que extraviamos
nuestra alma colectiva?
Cuándo… cómo…
No hay duda del qué ni del dónde
Aquí y hoy
aquí y hoy

Cuándo
dejaré de sentir
que hoy y aquí
no nos merecemos.

Compilación iberoamericana. Mónica Gameros. Ed. Cascada de Palabras, Vol. 3, Colección 2011, México; Poemas Ciudad Juárez III, coordinación Ana Patricia Santaella y Xabier Susperregi, Biblioteca de las Grandes Naciones Libro 27, pp 48-49, 118, 126-128, 139-141. Oiartzun, País Vasco; Enero 2014; traducción al griego de Helena Stagkouraki, POETIX, Núm. 16, Fininoporo – Grecia, 2016. 


Rey Poeta

Quiero ir contigo al Hotel del Rey Poeta
Avenida López Mateos en Ciudad Neza

Leer los textos de tu suave piel morena
Aclamar la alzada y el paso de tu realeza

Escuchar las flores de nuestro canto ácido
Renacer como aztecas en flotante chinampa

Bajo la alfombra encontrar chapulines
A la medianoche el ritmo de los luceros

Alzar la frente y dejar que tu penacho me roce
Con tacto asomarme debajo de tu taparrabos

Ver si estás listo para clavarte en mi aliento
Irrumpir en las sábanas blanqueadas

La mano del Rey poeta dará doble vuelta a la llave
Se pondrá a escribir entre nosotros.

SexoSentido, Editor Roberto Bianchi, aBrace editora, Uruguay 2014 


Color del apellido

El dolor que fluye es pura melcocha
La a entrelazada a la ene y a la ese y a una y otra a
Letras informes
Lodo espeso: cada ira y cada golpe
Cada odio y cada pesadilla adquiridos en forma gratuita

Esa es la historia amagada de muchas familias
Mañanas hechas de caramelo hirviendo
Una mezcla de cartón y engrudo
Un lodazal de omisiones

Una amarga docilidad de la que
extraigo lo enterrado en el barro
Depuro de la melaza todo lo
perdido insinuado en su densidad
Lamo su oscura miel
Rescato cada moretón y cada grito
cada escena y, de ser posible, cada versión
Imágenes contradictorias que perviven
en cada uno de los hermanos

Cada memoria una mentira
Cada mentira una realidad desmontada y vuelta a armar
quedando con muchas partes faltantes
El hermano, la prima, el tío, la sobrina: solo reflejos
De espejos con más de un defecto pero con el mismo apellido

A pesar mío, cargo la misma punzada de dolor
Siento la misma carencia de perdón
El mismo abandono
Y todo está completamente coloreado
Por olvido.

Rodríguez Aranda, Pilar. Una familia más/One More Family, eBook, ET.AL ediciones, México 2018


Fantasía morisca

1.
El egipcio la miraba como a ninguna otra
Describía su alma como blanca e inocente
como la de un niño, decía, sin entenderla
Le daba la bienvenida en un idioma que
no comprendía, ella respondía, algo sentía

El egipcio le decía bella, la llamaba ángel
No alcanzaba a ver todo lo que en ella
se estrellaba. Porque, en realidad
se hallaba ante una palabra y la diferencia
entre ahogarse, o amarar en su inocencia

El árabe cantaba para elevar su espíritu
entregado al movimiento y aire de las palmas
que lo acompañaban en un coro hermanado
Dátiles crecían de sus entrañas, con té o café
se bañaba en jugo de azúcar de caña

La sobriedad era su consejo y su puntualidad
quedó perdida en algún libro de la historia
Su humanidad, contenida y confundida
entre la libertad de Tahir y la Teoría
No todo es Cairo ni tampoco Alejandría

La flor de loto quedó prensada en el papiro
mientras el amor se incendiaba en un rebozo
El egipcio vaciaba algo de su angustia
compartía sus secretos con magnífica voz
Ella no estaba segura de lo que él buscaba.

2.
Bajo sus cejas frondosas, el egipcio habitaba–
extranjero– el mundo hecho misterio y encanto
Cuento de veinticuatro horas sin descanso
Efecto piramidal que al fin germina, invisible
raíz que se le otorga, oscura y naciente

Blanco rojo azul arena era su aire, africana
almeja donde nace el río que le atraviesa
Hasta los dioses se habrían quedado mudos
jeroglífico, kufiya, shendyt, todo de pasada
borrando, sobretodo, al mismo olvido

Entre sino y puente, cargaba su tapete
de oraciones, se hincaba ante la Meca
Su calidez era termómetro de extremos
Su doble se encargaba de juzgarlo aún
cuando rezaba más de seis tandas al día

Un murmullo de muro era su piel misma
como crema de menta que en su boca
despierta soñando el vientre de una danza
de sombras formadas por un faro iluminando
desde la costa que él ha dejado detrás suyo

3.
Él amaba a sus mujeres, pues las hubo imaginado
embalsamadas bajo su ágil lengua en las vitrinas
viejas y polvorosas del museo de su deseo
admirado, el egipcio comía almendras y pistachos
y fumaba su tabaco con su hachís

El egipcio también era poeta, y firmaba
sus libros perfumados, como si dibujara sonrisas
Minarete profundo de nostalgia, su escritura
A veces, si se descuidaba, perdía un acento y
la poesía, en castellano, se tornaba en mi cabello

Garabatos giratorios de caligrafía aérea, sus trazos
cantos extraviados en callejones habitados
por felinos, del malecón dueños absolutos
Paisaje hambriento, cornisa de su mar
mediterráneo Nilo maullido siempre agudo

Cuarenta abrazos se encienden cual ladrones
en una cueva de ojalá, donde latente, quizá
dormido, aguarda en mi ahondada almohada
el egipcio de mi imaginario que mora eterno
en la caracola de mi lengua, transformada.

De la plaquette inédita: Egipto en mi mente


SACIEDAD

1.
Saciada de amor, de sexo y vida
Inundada de mí misma, así me siento
La misma, sí, pero también distinta

Esa abundante saciedad sostiene este doblez
—dos pies en dos mundos
dos tierras en dos macetas
dos idiomas en una lengua bífida—
la misma claridad aún si con alma bicéfala:
dos sueños que se fusionan en híbrida calma

2.
Hoy no hay literatura
Hoy hay vida
simple, bella, lujuriosa

3.
Un terreno sin cultivar, a la espera, descansa.

Del manuscrito inédito: Para amar hay que querer


NO DUERMO

No me alcanzan ni el sueño, ni el tiempo
y el pensamiento sigue rumiando

El recuerdo del mar casi omnipresente, constante
en su extensión ruda y norteña

No sé si este es el destino o el punto de partida.
Percibo el riesgo del reto, y lo acepto

No me alcanzan las horas aunque un rumor insiste
en que no existen ni son ciertas sus sombras

Cierra los ojos, que yo te arrullo, me dice entre las olas
Acuérdate, insiste, hace ya rato que aprendiste a volar.

Del manuscrito inédito: Para amar hay que querer


Intercambio de futuros

Entre la vida y la moral, el sexo y la conversación sin final
tus ojos directo en mis ojos, tu pene, las escaleras, mi coño

Vino desperdiciado a medias, bebido sin necesidad, ebriedad
evaporada entre caricias y nuestro olor impregnado en la habitación

Besos que comenzaron a desearse, palabras de entrega sin promesa
Noche de no dormir por la mañana para no despertar a ninguna hora

De espaldas, vientres, canas: sal de un silencio que no empalaga
Ni yo logro describir el instante, ni el tiempo a borronearlo

Mi tacto aún evoca tu entre pecho y la facilidad de nuestros cuerpos
enlazados en el lapso de la euforia, derribando secretos entre abrazos.

Tu voz impostada derritió las líneas, y tus dedos doblegaron mis defensas
Dimos bienvenida a mar entrega: Por la vida, con la vida, en esta vida

Hay un sentimiento sin nombre que recorre desde ya la nueva noche
en mi pelo tu aliento, y en mi boca, toda tu agridulce compañía.

Del manuscrito inédito: Para amar hay que querer


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