“La luz te pertenece” Poemas escogidos e inéditos de Ernesto Delgado Baudet. In Memoriam

La Revista Trademar ofrece con motivo de su aniversario una serie de publicaciones destinadas al reconocimiento y homenaje de autores y autoras de la literatura contemporánea de Islas Canarias
Ernesto Delgado Baudet (2004) Fotografía cortesía de la familia del poeta

Desde la Revista Trasdemar presentamos un homenaje a Ernesto Delgado Baudet (Santa Cruz de Tenerife, 1961-La Laguna, 2010) Poeta, publicó los libros “Sueños de Invierno (Benchomo, 1980), “Los estados del silencio” (Editorial Pilar Rey. Libros Taiga, 1982), “Versos del viajante” (Ediciones San Roque, Madrid, 1996), “La custodia de Cerbero” (Tenerife, 2006) y “Visiones de Praba” (2006). Obtuvo los siguientes galardones: en 1981 recibió los Accésits de poesía Félix Francisco Casanova y del Premio Colegio Mayor San Fernando de la Universidad de La Laguna. En 2005 obtuvo el premio de Relato Corto Cajacanarias con “La última argucia del General”. En narrativa publicó la colección de relatos “Los cuentos de Sania” (Tenerife, 2008). Dirigió la página literaria del desaparecido diario “El Norte” y formó parte del Ateneo de La Laguna. Incluido en la “Antología canaria actual (1980)” elaborada por el profesor de Literatura Española de la Universidad de La Laguna Miguel Martinón. Fue responsable de la Sección de Literatura del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife y su obra también está recogida en antologías como “A fuego lento” (1995) y “Caleta (Poesía Canaria de los ochenta, ocho poetas” (1995).

Es la débil luz que alumbra vida.
Sí, al doblar sobre nosotros.

ERNESTO DELGADO BAUDET

¿TAN SOLO ESO?

Este paisaje una vida que va errante
y cae sobre cristales empañados de luz.
Cadalso del universo infinito, constelaciones
de melancolías desnudas de sentimientos.
Allí yacen sepultadas las ciudades,
allí alabaron la inconsolable desnudez
de tantos siglos en vano esfuerzo.
Únicamente se conserva el símbolo de
la gran belleza ofrecida a la nada,
un gran ánade de plumas ensangrentadas.

Extraído de: Sueño de invierno, Ediciones Benchomo, Tenerife, 1980


EL SILENCIO DEL OLVIDO

 “Escucha, tonto, el sonido de tu deseo.
 ¡No te equivoques! No es el mar”.
 Malcolm Lowry

 No recuerdo nada, y ya ves;
                 sigo con vida.
 Tu desnudez en el regazo de la soledad
 precipita horas de íntimo susurro
 -aliento vago de tibia memoria
 donde reposan todas nuestras dichas-.
 Y ya ves;
         sólo son versos.
 Aún deseo amar tu limpio cuerpo
 y no sentirme carne ajena,
 si no esbelta entrega donde aviven
 los nocturnos sueños de mi esperanza.
 Aún pretendo apresar tus bridas
 en busca de amor y de ternura
 y cuando el delirio del trote nos envuelva
 ser imperecedera ilusión de tu vida.

 Extraído de: A fuego lento (obra colectiva), Dpto. de publicaciones del Organismo Autónomo de Cultura, 1995

LOS MISTERIOSOS OBJETOS DE MUJICA LÁINEZ
 (fundación y milagro de Buenos Aires)

 You respect a good book contradicting it.
 The rest aren’t worth powder
 Ezra Pound

 Bajo el espectro de la sombra viven
 habitantes oscuros, son los objetos
 solitarios cargando su propio grito,
 nutriéndose de la nada que ya es mucho,
 ya que esa nada es más que amor.
 Bajo el espectro de la sombra viven
 los hombres, su brutal agitada noche,
 y sienten en sus huesos la piel y los labios
 de los objetos, que empujan y oprimen
 hacia la fría tierra,
             los hunden,
             los sepultan,
             los disuelven.

 Extraído de: Versos del viajante, Ediciones San Roque, Madrid, 1996

ESPACIO VERAZ

 Y la vida tiembla en las aguas
 Como sedienta luz que estremece
 El eterno humano destino.
                 Sí, la vida.

 Extraído de: Versos del viajante, Ediciones San Roque, Madrid, 1996

EL AMANUENSE (La verdad apócrifa)

ya el amanuense perpetra el papiro,
horada el lienzo, desarrollo preciso
y disciplina inmortal −sólo los dioses lo son−
vedada verdad que el verbo perpetuará.
me pregunto: ¿hasta qué punto participa éste, y
se hunde en la intención, se nutre de esa espiga
líquida que empapa la idea miserable?
el amanuense lo sabe, y sabe que lo esencial
se pierde en aras de un tácito pacto con la eternidad
−esa gran metáfora de los réprobos−
los hombres siempre significaron
hasta los discursos más aborrecibles,
discursos intrascendentes, patéticos
generando incongruencias en su pálido remedo,
porque sabemos que el verbo es falible, y es
como ese juguete de nuestras ilusiones infantiles,
que vive colgado en el vestíbulo de nuestras nostalgias,
y que rememora un tiempo impreciso, ambiguo, diluido
en la memoria −transido lucir de vocablos−
irremediablemente condenados a perderse en el
viento o a herir los papeles cuando el hombre desea
trascender su vacío; hambre de ese río que nos transita.
probablemente espantemos el vértigo de esa idea
que como un relámpago abrasa nuestra débil conciencia
−prodigio y consuelo− para afrontar el enigma que nos
nace iluminando una gran amargura. la pertinaz alucinación
que late y golpea −el sueño y la enorme fábula de los hombres−.

Extraído de: La custodia de Cerbero, Ediciones de Baile del Sol, Tenerife, 2006


INTROSPECTIVO


Me registro los bolsillos desiertos
para ver dónde fueron aquellos sueños
.
M. Labordeta

Todo hombre tiene un corazón domesticado
salvo el gran hombre.

Djuna Barnes

no muere el amor en la magnífica ensoñación del universo,
−juraría que en el ocaso de esta noche has muerto−
y el amor abre los ojos al misterio, y abre su alma.
el amor sabe de mis dedos al soñarte, y evoca tu sonrisa
de plumas. tú y yo sabemos que nos sobra horizonte para
vivir en el espacio otorgado; implacable, el instinto preciso,
abandonado y sólo en la esfera errante, sin corazón
−nos olvidó− nunca nuestros ojos alcanzaron la distancia
y el secreto de nuestras nostalgias. el amor, la luz, esa
luz que da mérito y dimensión a nuestra soledad.
el amor, como carne de hojas que el otoño deviene en mortaja
confunde su destino y herido irremediablemente transfigura
tantos instantes ya alejados. nuestras memorias olvidaron
conjugaron el sufrimiento, olvidaron tanto desencanto,
olvidaron que olvidé mi vida a una de las innumerables
formas con que se distingue la épica del silencio.

Extraído de: La custodia de Cerbero, Ediciones de Baile del Sol, Tenerife, 2006


REVELACIÓN DEL AMOR

Para Antonio Bermejo

ayer me sorprendió la noche en el barranco
encontré mi corazón y un aliento azul de rabia
afirmaron que
este aliento era la vida que pugnaba
sí encontré mi vida en el barranco y
un corazón el corazón de este errar herido
perdido en su deambular perdido de amor perdido
y la cólera del alma enfrentada al abismo.
ahogado como un pez que se sabe presa
y marchito ante la glacial muerte que baja
por su garganta
ahogado de luz ahogado
sintiendo golpear mi cuerpo la tierra
ahogado el pulso por el yugo de mi sangre
y el latir del alma en su negra hora
ahogado en la tristeza y roto
definitivamente ahogado en esta suerte de esperanza.

Extraído de: La custodia de Cerbero, Ediciones de Baile del Sol, Tenerife, 2006


EL HOMBRE ACEPTA SU DESTINO

TAL VEZ EL amor restituya tu nombre algún día
para volver a nacer palabra a palabra.
Ahora supongo que me quedaré con esta piedra
que invade mi alma y con la terrible certeza
de que se disuelve todo cuanto existe
en este breve río que es la vida.
Tal vez el tiempo recoja en sus hombros
esta estrella que apenas nació producto de un sueño.
El cielo, el aire, el viento, la luz te pertenece
y mi alegría se alojará en el brillo de tus pupilas
cuando mires a los hombres crecidos y puros.

Extraído de: La custodia de Cerbero, Ediciones de Baile del Sol, Tenerife, 2006


VLTAVA

I


Bien sabes que albergo en mis venas tu leve transcurrir.
Como una gran madre habitas en mis lágrimas
y acuno tus crecidas como íntimos arrebatos de mi alma.
El óxido de tu limo acaricia mis pies cautivos y (no penséis
que podría ceñir tu sangre y tu piel a mi antojo…)
sencillamente… me dejo llevar por tu ímpetu.
Cuando nos besamos sé con certeza cuál es el significado
de tu libertad, y compruebo que esos desmanes tuyos no nacen de la insolencia;
como los atlantes de mis islas, son un gran estrépito de amores.

II


Fuiste olvidando
las razones del invierno
y broncíneo y tosco
iniciaste el descenso.

Como todo lo que vive.

III


Eres apenas un movimiento del silencio,
un interminable y melancólico sueño,
donde yo naufrago a la deriva; busco y
envejezco en el misterio de tus aguas.
Ya no importa que el crepúsculo huya
tras las lejanas praderas, que los cantos
golpeen incesantes como un látigo mi frente.

Alguna razón habrá, aunque yo no la comprenda.

IV


Y me abandono gozoso,
al óxido hirviente de tus algas,
a tu lento alfombrado de escombros,
al sueño de Heráclito,
a mi agonía que es la tuya y
la de todo aquello que arde.

Extraído de: Visiones de Praha, Editorial Corona del Sur, Málaga, 2006 


Cierto desvarío me fortalece.
Es la débil luz que alumbra vida.
Sí, al doblar sobre nosotros.
Me invade aquello que no he sido.

Extraído de: Sobre el azar, el amor, el destino (Poemario inédito, 2007)


Ahora que nos sentimos cercanos, limpios,
quebrados en nuestro deambular,
convencidos de ciertas sinrazones,
derrotados por la vanidad y la desmesura
de vivir acerbos extravíos,
puedes descubrirme todo el misterio hallado
para reírnos juntos del silencio: custodio inefable
de todas las respuestas que nos han regresado al vivir
sin máscaras.
Vulnerables, débiles, señalados por el estigma
que ha horadado nuestra frente.
Adornados por una sobria satisfacción
-haber sido amados y correspondidos por una inexistente
mujer de sereno aliento que extravió nuestro espíritu en el
enjambre de su tenaz cabello, anudados en vagas promesas-

Esto nos llevó a la disciplina de vislumbrar diáfanos horizontes.

Fue entonces, tras sufrir desilusiones y extraviar verbos.

La inocencia deslumbró el abismo y pudimos ver tras sublimes
lluvias, sórdidas nebulosas y aciagas tormentas de arena,
la ardiente limpidez otorgada al sol de la palabra
A su caricia, su arrullo…su amor y desnudez.

Extraído de: Sobre el azar, el amor, el destino (Poemario inédito, 2007)


Desde la Revista Trasdemar agradecemos a la familia del poeta Ernesto Delgado Baudet, su hermano e hijo, la colaboración y cesión de imagen y texto para este homenaje. Muchas gracias



3 comentarios

  1. […] “La luz te pertenece” Poemas escogidos e inéditos de Ernesto Delgado Baudet. In Memoriam — tr… […]

  2. A veces no te comprendí.
    Perdón.
    Desde donde estés, ayuda a los de aquí.
    El rosal que le regalaste a Dña Isabel sigue ahí.

  3. Ernesto Delgado Quirós
    Ernesto Delgado Quirós

    Gracias por hacerlo lo mejor que pudiste y supiste.Ahora sé que somos supervivientes de nuestras propias vivencias y que estarás por siempre conmigo.Aún entre versos y sin serlos me hablas,te quiero mucho,va más haya de este texto.

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