“Fetasianos. Únicos e irrepetibles, Isaac de Vega y Rafael Arozarena ” Por Sabas Martín

Nuestro colaborador Sabas Martín acerca a los lectores de Trasdemar un ensayo breve sobre los autores "fetasianos" Isaac de Vega y Rafael Arozarena. En 1988 obtuvieron conjuntamente el Premio Canarias de Literatura
De izquierda a derecha: Isaac de Vega (1920-2014) y Rafael Arozarena (1923-2009)

Desde la Revista Trasdemar presentamos con motivo de nuestro aniversario un ensayo del autor Sabas Martín (Santa Cruz de Tenerife, 1954) reconocido autor canario residente en Madrid y Académico Honorario de la Academia Canaria de la Lengua. Nuestro colaborador ofrece una visión panorámica de dos de los exponentes principales de la generación “fetasiana”, los autores Isaac de Vega y Rafael Arozarena


Una promoción de escritores vagamente unidos por una actitud espiritual
hacia el hecho literario, la dura realidad social del franquismo y la ontología de la isla.
En sus obras, estos escritores canarios exploran alegóricamente los límites de la
condición humana, su fracasada relación con un mundo incomprensible, las farsas de su
frágil identidad, y su solitario y aislado vacío.

SABAS MARTÍN

¿Qué es Fetasa?

El pasado mes de noviembre se cumplía el centenario del nacimiento de Isaac de Vega (Granadilla de Abona, Tenerife, 7 de noviembre de1920, Santa Cruz de Tenerife, 3 de febrero de 2014), uno de los escritores más singulares y extraordinarios de Canarias. Junto a otro escritor de semejante rango, Rafael Arozarena (Santa Cruz de Tenerife, 4 de abril de1923, ibídem 30 de septiembre de 2009), en 1988 obtuvieron conjuntamente el Premio Canarias de Literatura. Ambos son referencia obligada de la memoria literaria insular y ambos constituyen una excepcionalidad literaria que responde al nombre de Fetasa.


¿Y qué es Fetasa? Quizás sólo desde dentro o desde sus inmediaciones se pueda entender, sentir, interpretar plenamente lo que se encierra tras tan enigmático nombre que bautizó en 1957 una de las novelas imprescindibles de la memoria literaria de Canarias. José Antonio Padrón, fetasiano él mismo, a la pregunta inevitable respondió diciendo que Fetasa es un movimiento literario de la década de los 50 que rompe con la literatura social y comprometida de la época, y se centra en lo onírico y lo simbólico. Y añadía que “parece” que es también un movimiento metafísico-religioso, casi una religión sin sacralizar, por más que el componente religioso sea de escasa importancia.


Y, ya más explícito, pero más ambiguo, afirmaba que “Fetasa es la condensación de una experiencia vivida”. Por su parte, el profesor y escritor Juan José Delgado ha recordado asimismo que los fetasianos no propugnaban ningún sistema filosófico, sino que en sus conversaciones pretendían recoger huidizos conceptos, ideas como Dios, Infinito, Eternidad… Y nos avisaba de que más que un dogma o un programa constatable, Fetasa es una creencia susceptible de ser intuida libremente como un mundo dinámico y propio por cada miembro del grupo en el que, junto a los de Arozarena, de Vega y Padrón, habría que sumar los nombres de Antonio Bermejo y Francisco Pimentel. Múltiples han
sido, y siguen siendo, las aproximaciones a una definición rotunda de Fetasa, pero, como advertía José Antonio Padrón, con Fetasa y el fetasianismo no se puede estar seguro de nada. Pero dejando al margen ambiguas e inciertas certezas, las coordenadas literarias por las que transcurre Fetasa están críticamente establecidas. Simplifiquemos y resumamos: una promoción de escritores vagamente unidos por una actitud espiritual hacia el hecho literario, la dura realidad social del franquismo y la ontología de la isla.


En sus obras, estos escritores canarios exploran alegóricamente los límites de la
condición humana, su fracasada relación con un mundo incomprensible, las farsas de su frágil identidad, y su solitario y aislado vacío. Detrás de esta radiografía sintética de Fetasa hay todo un complejo entramado de sugerencias e implicaciones que va más allá de lo que pretenden clasificar y entomologar las palabras. Y ello es así porque hablamos de una literatura existencial, excéntrica, marginal y extrañada. Una literatura, además, fundacional, que surge sin modelos metropolitanos, europeos y españoles, y creadora e inauguradora de su propia tradición dentro de las letras canarias. Olvidando valores literarios convencionales, los fetasianos han acudido a estados preculturales o inconscientes para abolir las fronteras entre la vida y la muerte, la realidad y la ficción, el espacio y el tiempo, estableciéndose en el mito y describiendo en la mitificación de la isla una vivencia radical de la insularidad.

Únicos e irrepetibles, Isaac de Vega y Rafael Arozarena se cumplen en su obra,
son un género literario en sí mismos. Pero su magisterio era, y es, aceptado sin
vacilaciones. Tanto en lo que se refiere a la valoración de su calidad y originalidad literarias como, sobre todo y muy especialmente, en lo que Isaac y Rafael ponen de manifiesto con su actitud ejemplar ante el hecho literario: una actitud insobornable, sin claudicaciones, ajena a modas y estereotipos, comprometida con la sola coherencia de la obra y con el riesgo de poner en pie un universo radicalmente nuevo para explicar nuestra propia condición, como seres humanos y como isleños.


Sabas Martín (Santa Cruz de Tenerife, 1954), es autor de más de cuarenta volúmenes de distintos géneros por los que ha recibido diversos premios. Traducido a varios idiomas europeos, su literatura ha sido publicada en Alemania, Italia y Francia, así como en Latinoamérica. Fue Director del Teatro de Cámara del Círculo de Bellas Artes de Tenerife y del Teatro Experimental Universitario de Canarias. Su teatro de ha representado en Canarias, Venezuela y Argentina. Jefe de Redacción en RNE, ha sido también Adjunto a la Jefatura de Programas y Coordinador de Programas Especiales de Radio 3. En Radio 5 ejerció la crítica diaria en su programa Los libros. Textos suyos figuran en la discografía y el repertorio de diferentes compositores musicales, grupos de pop-rock y la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Es Académico Honorario de la Academia Canaria de la Lengua.

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